Buñuelos, el secreto de su cocina y los trucos para comprar los de mayor calidad

  • |  Revista Alimentaria
  • |  30-10-2020

Con la llegada de festividades como Halloween y el Día de Todos los Santos llegan sus dulces más típicos, como los huesos de santo, de los que hablaremos en un siguiente artículo, y los buñuelos de viento, que analizaremos en este artículo.

Para conocer mejor este dulce tan típico, contamos con el obrador de Levaduramadre Natural Bakery, para saber sus trucos de elaboración, historia y cómo identificar aquellos que son de mayor calidad.


Un origen con más de diez siglos de historia

Parece ser que la palabra buñuelo tiene una etimología un tanto controvertida, porque si bien para algunos deriva de la palabra puñuelos (unas bolitas de masa de harina de trigo que en tiempo de los romanos se amasaban con los puños), otros creen que procede del vocablo francés beignet (que significa bulto o protuberancia). Sin embargo, su origen más probable y mejor documentado está en los árabes, cuando allá por el siglo XI hallamos una receta del pastelero del rey árabe de Sevilla, quien preparaba unas bolitas de masa de agua y harina para luego freírlas en abundante aceite. Habían nacido los buñuelos.

Cuando nació este dulce, se preparaba en las casas y palacios utilizando simplemente una masa bien frita y jugosa, sin relleno, espolvoreando en ellos azúcar y en ocasiones canela. De ahí su nombre, buñuelos de viento.

Sin embargo, con el paso del tiempo, se comenzaron a elaborar en las pastelerías, y con ello, aparecieron los rellenos más tradicionales: nata montada, chocolate, crema o cabello de ángel. Ahora podemos encontrar multitud de rellenos, adaptándose a los diferentes gustos de los consumidores: compota de frutas, praliné, limonchello, dulce de leche, o cremas de frutos secos, entre muchos otros.

 

Los buñuelos perfectos: ¿cómo lograrlos?

Con los tiempos que corren, cuanto más tiempo pasemos en casa, mejor, así que para los más cocinillas que se animen a hacerlos, el secreto está en la masa. Para que queden finos, esponjosos y poco aceitosos “hay que tener cuidado en trabajar muy bien la masa y freír en aceite bien caliente en poco tiempo para que no se endurezcan”, explican desde Levaduramadre.

Una vez fríos, ya se pueden rellenar de la crema que más te guste. Con la ayuda de una manga pastelera, “tienen que quedar gorditos, bien llenos, pero con cuidado de que no se rajen o se rompan por haberlos cargado demasiado”, añaden los expertos.

 

Y a la hora de comprarlos, los mejores son…

Y para los que no quieren complicarse con la cocina y quieren disfrutar de los mejores buñuelos, comprarlos es la mejor opción. Cuanto más artesanales mejor, y desde el obrador de Levaduramadre Natural Bakery, así lo hacen y nos lo cuentan: “Nosotros cuidamos el respeto a los tiempos de elaboración que necesita y las recetas más tradicionales”.

Pero, actualmente, hay una gran oferta de estos confites artesanales. Por ello, debemos fijarnos en otros detalles para saber cuáles comprar. Desde el obrador de Levaduramadre nos cuentan dos trucos:

- Color doradito y homogéneo, lo que significa que se ha frito en aceite limpio y que ha estado en el aceite el tiempo necesario para hacerse pero no en exceso.
- Que sean redonditos y que pesen, lo que implica que tienen bastante relleno. Si no es así, suelen deformarse y coger una forma fea e irregular.

 

 

 

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