Cuatro consejos para mantener una dieta equilibrada para los más pequeños en verano

La pérdida de rutinas y de horarios hace que los más pequeños coman de forma desordenada, peor, y hagan menos ejercicio

  • |  Onegen lab
  • |  13-07-2021

Con la llegada del verano, las rutinas se pierden y con ellas los horarios de comidas y cenas de forma ordenada. En esta época del año nos relajamos en cuanto a la alimentación de nuestros hijos y la nuestra propia. Sin embargo, debemos intentar seguir unas recomendaciones para lograr compaginar el disfrute con una buena alimentación.

¿Quieres saber cuáles? Desde onegen lab nos facilitan unas pautas para mantener una dieta equilibrada en esta época del año, para los más pequeños y también para el resto de la familia:

1. HIDRATACIÓN: a pesar que pueda parecer una obviedad, en muchas ocasiones se nos olvida la importancia de mantener una hidratación correcta. En el caso de los niños de 1 a 3 años, desde onegen lab recomiendan beber como mínimo 4-5 vasos de agua al día, y para los padres 1,5 litro diario. Desde la marca señalan que no hay una ley universal sobre la cantidad exacta de agua, pero sí es importante vigilar que no haya deshidratación.

2. ALIMENTACIÓN CROMÁTICA: se recomienda apostar por platos de frutas y verduras que combinen distintos colores, ya que estos pigmentos contienen vitaminas, minerales y fitoquímicos muy interesantes para nuestro organismo. De esta forma nos aseguramos de que no haya ningún tipo de carencia nutricional.

 

3. RECETAS LIGERAS Y REFRESCANTES: una de las mejores formas de combatir las altas temperaturas desde la alimentación es con platos refrescantes como sopas frías, ensaladas, cremas. Estos platos son un gran aliado para mantener una dieta equilibrada y además combatir el calor.

4. COMER CON LOS NIÑOS: el verano es un buen momento para aprovechar las vacaciones y la flexibilidad horaria para incorporar el hábito de comer con los más pequeños de casa y así potenciar cualidades como el respeto, el agradecimiento, el compartir, entre otros. Estos hábitos ayudan a que el momento de las comidas se convierta en una experiencia a vivir en familia. El verano puede ser un buen punto de partida para establecer esta experiencia en rutina y ayudar a los más pequeños a disfrutar de estos de momentos.

La educación alimenticia de los más pequeños empieza desde casa. De ahí la importancia de aprovechar los períodos vacacionales para pasar más tiempo con ellos y compartir momento de desayuno, comida y cena para convertirlo en una rutina diaria.

Y vosotros, ¿aprovecháis el verano para comer en familia?

 



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