^{Mercedes Antúnez, Responsable del Sector de Distribución IBM España}

La alimentación y la gastronomía son dos importantes locomotoras de la Marca España. El sector agroalimentario aporta ya un 11% al PIB y da empleo a más de 470.000 personas en nuestro país, pero eso no significa que no tenga importantes retos por delante.

La industria alimentaria debe apostar por la trasformación para mejorar la eficiencia y seguridad de muchos de sus procesos, ser más sostenible, controlar la repercusión medioambiental provocada por el incremento del consumo de ciertos alimentos o ser capaz de ganar tamaño para competir en un mercado cada vez más global. En este contexto, no hay duda de que la evolución digital del sector es más necesaria que nunca.

Nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la movilidad, “la nube” o el blockchain son ya factores clave que están ayudando al sector a solucionar muchos de estos retos y ofrecer nuevas maneras de relación entre marcas, consumidores, fabricantes y distribuidores. Por ejemplo, gracias a la tecnología podemos comer ciertos productos fuera de temporada, reducimos el riesgo de que cualquier bacteria entre en contacto con los alimentos o incluso somos capaces de enviar órdenes de riego a los cultivos desde el teléfono móvil, con el consiguiente ahorro de agua que conlleva.  

Además, también existe un alto margen de desarrollo en lo que se refiere a los canales de compra. Según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (en su Informe del consumo de alimentación en España), el supermercado es el canal preferido por los consumidores (45,1%) mientras que la compra por Internet de productos de alimentación para el hogar se sitúa en un mero 1,1%. No hay duda de que tenemos ante nosotros una gran oportunidad para explorar un nuevo escenario digital de enorme potencial.  

En este sentido, las nuevas tecnologías, principalmente la inteligencia artificial, van ser claves para ofrecer experiencias mucho más personalizadas a los clientes, tanto en los propios supermercados como a través de las tiendas online, de cara a mejorar la fidelización de los consumidores mediante un conocimiento mucho más detallado de su comportamiento, intenciones y recomendaciones. Seremos capaces incluso de analizar su estado de ánimo para ejecutar de manera más eficaz y personalizada las campañas, promociones y comunicaciones.

Nuestra sociedad es cada vez más activa y está siempre “conectada”. Las nuevas generaciones de consumidores buscan experiencias más interactivas y la industria alimentaria debe ser también capaz de alejarse del modelo de negocio estándar con el que ha estado operando durante los últimos 50 años, y empezar a experimentar con nuevos conceptos que atraigan y retengan a los compradores incluso mucho después de que abandonen la tienda. La relación con ellos debe continuar a través de las redes sociales, eventos físicos y digitales, correo electrónico, etc.

Sin embargo, no se trata solo de personalizar las experiencias de compra, sino de que las tecnologías de inteligencia artificial pueden ayudar también a mejorar los...

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Publicado en Revista Alimentaria 492

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