Aunque la normativa de la UE en materia de protección del medio marino es una de las más ambiciosas de todo el mundo, ciertos problemas como el exceso de nutrientes, el ruido subacuático, la basura de plásticos y otros tipos de contaminación, o la sobrepesca, son problemas persistentes en nuestros mares y océanos. Así lo dice el último informe relativo a la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina, publicado hace unos días.

El citado informe presenta una imagen contrastada de la situación de los mares de Europa. Casi la mitad de las aguas costeras de Europa está sometida a una fuerte eutrofización -exceso de nutrientes-. Además, aunque las normas de la UE que regulan los productos químicos han provocado la reducción de contaminantes, ha aumentado la acumulación de plásticos y residuos químicos en la mayoría de las especies marinas. La política pesquera de la UE hace que casi todos los desembarques en el Atlántico Nororiental procedan de poblaciones sanas, lo que no ocurre en el Mediterráneo, donde son necesarios más esfuerzos.

Además del informe relativo a la Directiva Marco, la Agencia Europea de Medioambiente (AEMA) ha publicado su informe “Mensajes marinos II”. En él se pone de manifiesto que el uso tradicional y presente de nuestros mares está pasando factura en forma de cambios en la composición de las especies y hábitats marinos, y también en la composición física y química de los mares. También propone soluciones para ayudar a la UE a alcanzar su objetivo de unos mares limpios, sanos y productivos, principalmente en una gestión basada en los ecosistemas. Añade que existen signos de recuperación de los ecosistemas marinos en algunas zonas, consecuencia de esfuerzos considerables destinados a reducir determinados efectos, como aquellos causados por contaminantes, eutrofización y sobrepesca.

Contexto

La Directiva Marco sobre la Estrategia Marina ha facilitado la comprensión de las presiones y los efectos de las actividades humanas en el mar, así como sus consecuencias en la biodiversidad marina, sus hábitats y los ecosistemas que sustentan. Los conocimientos adquiridos gracias a su aplicación han impulsado la adopción de la Directiva sobre los plásticos de un solo uso, por ejemplo. También han dado lugar a una mayor cooperación entre los Estados miembros litorales de las cuatro regiones marítimas europeas. Como consecuencia, los Estados no pertenecientes a la UE también tienen por objetivo alcanzar un buen estado ecológico o equivalente.

La Directiva exige que los Estados miembros establezcan estrategias regionales coordinadas para conseguir unos mares limpios, sanos y productivos. Este objetivo general, denominado “buen estado medioambiental”, se determina en relación con descriptores tales como la biodiversidad, la pesca, la eutrofización, los contaminantes, la basura o el ruido subacuático. Se trata de un acto legislativo clave que protege y preserva la biodiversidad marina y sus hábitats, por lo que es un instrumento importante para aplicar las estrategias sobre la biodiversidad para 2030 y “De la granja a la mesa”, y contribuye a poner término a la contaminación en el mar. También está relacionado con las próximas estrategias en materia de productos químicos y de transporte inteligente y sostenible.

La Directiva Marco sobre la estrategia marina debe revisarse a mediados de 2023 y si es necesario se propondrán modificaciones. La revisión seguirá analizando los logros y los retos de la protección del medioambiente de los mares europeos, en conformidad con el programa “Legislar mejor” de la Comisión, y paralelamente se llevará a cabo una revisión de la política pesquera común.

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