El auditorio de Caixaforum en Madrid acogió ayer la jornada "Buceando en las tendencias alimentarias de los españoles", en la cual se presentaron las conclusiones de un estudio elaborado a partir de 8.500 entrevistas a consumidores de entre 18 y 65 años. José Miguel Herrero Velasco, Director General de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) moderó un debate con la autora del informe, Belén Barreiro, socióloga CEO de la agencia de investigación 40dB, y otros dos sociólogos: Diego Santos, especialista en ocio y consumo, y Sandra Bravo, experta en tendencias y consultora.

"Para entender bien al consumidor hay que estudiarlo desde el punto de vista sociológico", aseguró el Director General de la Industria Alimentaria, "debemos trazar un paralelismo entre consumidor y ciudadano".

José Miguel Herrero añadió que el estudio está en línea con la estrategia Alimentos de España que impulsa el Ministerio, que busca poner en valor los alimentos de nuestro país y ofrecer más información al sector alimentario acerca de los consumidores y cuáles serán las tendencias de consumo futuras. La estrategia se completará con una campaña de promoción de los alimentos españoles que se lanzará esta semana en televisión.

A continuación dio paso a Belén Barreiro, que señaló que el estudio, llamado Mikroscopia, va ya por su quinta edición y aporta un conocimiento exhaustivo del consumidor, puesto que ofrece un recorrido de 24 horas en su vida. "Ofrece información sobre su forma de comprar, de ver el mundo, etc. en una sociedad en continuo cambio", apuntó.

Pasó a repasar los principales puntos extraídos del informe. "En primer lugar, la alimentación y la cocina están de moda: vemos un aumento del interés en estos temas, así como del hábito de cocinar por placer, del uso de aplicaciones relacionadas con alimentación y nutrición...", explicó. Además, las encuestas revelan datos muy interesantes, como que el hábito de cocinar está más extendido en las parejas que en las personas que viven solas, en las parejas que tienen ingresos y educación similares, y en las parejas homosexuales respecto a las heterosexuales.

Respecto a este aumento en el interés por la alimentación, Diego Santos destacó la influencia que han tenido los programas televisivos dedicados a este tema, mientras que Sandra Bravo hizo hincapié en cómo la alimentación, una necesidad básica, ha pasado a convertirse en un fenómeno social, de forma parecida a lo ocurrido con otro sector que en principio parece muy alejado, como es la moda. "En los últimos años, hemos notado un cambio de la búsqueda de inmediatez, reflejada en el crecimiento del fast food, hacia una búsqueda de la experiencia, del do-it-yourself, y sobre todo compartir dicha experiencia a través de las redes sociales", agregó.

El segundo aspecto de interés del estudio es la preocupación por el desperdicio alimentario. Los datos muestran que cuando aumenta la edad disminuye el desperdicio, a pesar de que los jóvenes son los más concienciados en otros temas medioambientales como el cambio climático. A este respecto, José Miguel Herrero apuntó que según el último panel de consumo realizado por el Ministerio, después de varios años registrando una disminución en el desperdicio, en el último año se ha apreciado un ligero aumento, que podría estar motivado por la mejora en la economía. Los ponentes también señalaron la importancia de que la industria facilite los formatos que necesitan los nuevos modelos de familia, con menos personas, un tema en el que las empresas están trabajando mucho.

La importancia del origen de los alimentos es el tercer punto del estudio. Según las encuestas, el 46,8% de los españoles opta por comprar marcas españolas antes que de otras zonas, incluso si su precio es mayor, y el 54,7% prefiere las marcas de su tierra, también aunque sean más caras.

La hiperinformación de la alimentación centra otros de los apartados. Los consumidores demandan más información en el etiquetado de los alimentos. Por ejemplo, el 75,2% cree que el vino debería llevar etiquetado nutricional, 6,7 puntos más que en 2015, y también crece el porcentaje de consumidores que quiere que las bebidas alcohólicas de alta graduación informen más sobre sus efectos en la salud.

Respecto a las fuentes que emplean los españoles para informarse sobre alimentación y nutrición, Belén Barreiro advirtió de que el 50,4% recurre a los blogs y foros, el 47,1% a las redes sociales, por encima de los nutricionistas (42%) y los médicos (38,8%), con el riesgo que esto supone.

Otro tema relevante extraído del informe es la importancia de la salud, que este año muestra un giro: "El concepto de salud está más ligado a la belleza", explica Belén Barreiro. De esta forma, por ejemplo los consumidores se muestran preocupados por las calorías que ingieren, o recurren más a aplicaciones de nutrición o salud.

El siguiente punto es el valor del tiempo. Así, los consumidores valoran por un lado las soluciones que les permiten reducir el tiempo que dedican a la alimentación, pero por otro lado aumentan las actividades que requieren tiempo, como la elaboración de pan o pasta en casa, o el cultivo de verduras o frutas en huertos o terrazas.

Para finalizar, el estudio analiza la compra por Internet. Señala que los baby boomers compran en Internet, en grandes almacenes, -1,2 puntos menos que la generación X; -5,5 puntos menos que la generación Y; y -5,6 menos que la Z. Este patrón se repite cuando se analiza la compra por Internet en portales especializados y de venta directa.

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