La citricultura española podría desaparecer en 15 años

Comité de Gestión de Cítricos (CGC)

18 de marzo, 2019


El Citrus greening o Huanglongbing (HLB) es la principal amenaza de la citricultura pero el Mediterráneo es la única gran área productiva que, de momento, no se ha visto afec­tada por la irrup­ción de esta bacteria. La situación dio un vuelco en 2014, cuando se confirmó la pre­sen­cia en Ga­­­­­­­li­cia, no de la en­fermedad pero sí de uno de los dos vectores que se sabe que es capaz de trans­mitirla, la Trio­­­­za ery­­tre­a­e. En 2015, las autoridades lusas descubrieron otro foco de este insecto cerca de Opor­to.

Hoy, 4 años después, este psílido procedente de África ha recorrido la prác­ti­ca to­­­­ta­li­dad del li­to­ral at­­­lán­tico entre La Coruña y la zona de Lisboa, situándose a 190 km de las pri­meras plan­­­­taciones es­­pa­ño­las de cítricos (las de Huelva) y a sólo 170 km de la prin­cipal provincia pro­duc­to­ra de agrios de Por­tu­gal, el Algarve.

Conscientes de la gravedad de la situación, el Co­mi­té de Gestión de Cí­tricos (CGC), la aso­cia­ción nacional que aglutina a los exportadores privados de cítricos, ha es­­t­i­ma­do el impacto eco­­nómico de­­rivado de la posible entrada de este pató­ge­no en la citricultura es­pa­ñola. Sus conclusiones, da­da la ine­xis­­tencia de cura y la experiencia contrastada en Florida (EEUU) –cuya evo­lu­ción se ha extrapolado- son ca­si apocalípticas: en 7,5 años desde su posible en­trada, la producción de na­ran­jas, man­da­­rinas y limones quedaría reducida a la mitad (de 7 millones de toneladas (Tm), a 3,6).

A los 15 años la ci­tri­­cultura pasaría a ser un cultivo residual.

El estudio reconoce que existen elementos, a favor y en contra, de extrapolar el ritmo de expansión del caso floridano a España. El distinto clima, los vientos hu­­ra­canados que favorecen el desplazamiento del in­secto vector a grandes distancias, el propio hecho de que el psílido presente en Florida (Diaphorina citri) sea distinto al lo­ca­­lizado en la península (Trioza erytreae) y que éste último sea portador de una forma de HLB –la africana- me­­nos agresiva que la asiática presente en América, harían pensar en un desarrollo más lento en nuestro país.

Por el contrario, el estudio destaca cómo el mi­ni­fun­dismo de muchas explotaciones –es­­­pe­­cialmente las valencianas y no tanto las andaluzas- la proximidad entre plantaciones, el progresivo aban­dono de cam­­­­­­pos que no se vigilan ni cuidan y la falta de inversión en I+D contra esta enfermedad actuarían como fac­tores de­cisivos para acelerar su expansión.

Con todo, el impacto sobre una citricultura como la es­pañola volcada en la comercialización en fresco se daría al po­co de comenzar a expandirse la bacteria porque los frutos pro­­­cedentes de árboles infectados –y a través del vector, la bacteria se propaga con ra­pidez- no pueden co­­­mercializarse debido al gran incremento de la acidez y a su sabor amargo. Mucho antes de morir los ár­bo­les, la fruta no tendría posible salida.

Necesidad de mayores medidas preventivas de los organismos públicos

Ante la gravedad de la amenaza, el CGC –como el conjunto del sector- ha venido insistiendo al Go­bier­­­no español y a las autoridades comu­nitarias en la necesidad de que se intensifiquen las medidas de con­trol so­­­bre las importaciones de otras plantas de zonas afectadas susceptibles de portar el vector y extenderlo en zo­nas pro­ductivas. Mucho más importante que éso sería extremar las precauciones en los pues­tos de inspección fronteriza, en puertos y aeropuertos, para evitar la entrada ilegal de yemas (para injertar) o plan­tas que pudieran estar contaminadas por la bacteria.

Según el estudio, la práctica desaparición de la citricultura española supondría: Eliminar 200.000 empleos directos (57.000 en manipulado, confección, envasado y comercialización y otros 143.000 en recolección), Desaparecerían otros 79.000 empleos ligados a la propia producción, pérdidas y desempleo en actividades relacionadas (envases, plaguicidas, fertilizantes,...), gran impacto ecológico por el abandono y degradación de 300.000 hectáreas de superficie hoy claves para la absorción de otros tantos cientos de miles de toneladas de CO2 y grandes pérdidas sobre todo en transporte.

 

Quizá te interese ver estas noticias relacionadas:

Legislación: Código de colores para el material de reprodución de cítricos

Luís Planas invita al sector citrícola a trabajar por su presente y futuro

 

Twitter: @RevistaAlimenta

Facebook: Revista Alimentaria

Infórmate aquí sobre cómo puedes suscribirte y enterarte de todo:

http://www.revistaalimentaria.es/suscripciones.php

 


Puedes seguirnos


Te Recomendamos


Suscríbete a nuestra revista

Suscripción a 10 números consecutivos de la Revista Alimentaria desde la fecha de la suscripción

portada revista alimentaria Más información

Aviso de Cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del usuario a través de su navegación. Si continúas navegando aceptas su uso.Política de Cookies.



Saber más