Desde Bruselas: ayudas en el Báltico por el cierre de la pesquería de bacalao

Irene Quintela / Bruselas

8 de noviembre, 2019


La Comisión Europea ha aprobado una propuesta que ofrece apoyo del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca para el desmantelamiento de buques pesqueros.

Estas ayudas irán destinadas a aquellos pescadores que se han visto afectados por el cierre de la pesquería de bacalao en el Báltico oriental. A pesar de ser esta una de las pesquerías clave en el mar Báltico, su población se encuentra en muy mal estado. Por este motivo, en el Consejo celebrado a mediados de octubre, los ministros de pesca de los países comunitarios acordaron reducir las posibilidades de pesca en 2020 casi a cero; se trata de un paso necesario para la recuperación de las poblaciones de bacalao, pero que implica también inevitables dificultades económicas para las flotas y las comunidades pesqueras dedicadas tradicionalmente a esta población.

La propuesta de la Comisión pretende mitigar el impacto económico del cierre y echar una mano a los pescadores más afectados. En concreto, la propuesta permite a los Estados afectados utilizar en determinadas condiciones algunos de sus fondos del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) que todavía no hayan sido empleados para apoyar a los armadores que deseen desmantelar permanentemente los buques dedicados a la pesca del bacalao en el Báltico oriental. También limita el número de buques que pueden pescar en esa zona, garantizando así que las poblaciones de bacalao se puedan recuperar con el tiempo. La propuesta no aumenta la financiación del FEMP por Estado miembro ni la contribución presupuestaria global de la UE.

Por otra parte, dado el frágil estado del ecosistema del Báltico, el ejecutivo comunitario propone reforzar el control y la recogida de datos en ese mar. A partir de 2020, los buques que pesquen bacalao en el Báltico oriental deben estar equipados con un sistema de localización de buques u otro sistema de seguimiento electrónico equivalente, y el 20% de estos navíos deberían llevar observadores a bordo, lo que permitirá a los científicos recopilar más y mejores datos sobre el estado de la población y sobre cómo afectan las pesquerías a esta población crucial.

 

Contexto

Desde hace varias décadas, el ecosistema del mar Báltico se encuentra muy fragilizado, pero apenas este año los científicos llegaron a advertir que las condiciones medioambientales tienen un impacto mucho mayor en el bacalao del Báltico oriental de lo que se había estimado anteriormente. Incluso si ahora se eliminase por completo la pesca, las poblaciones de bacalao en la zona no se recuperarían antes de 2024.

El comisario de Medioambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, ha declarado que “el bacalao del Báltico oriental sufre una crisis excepcional” que no se encuentra en otro lugar de Europa. “Los científicos nos dicen que estamos perdiendo tres veces más peces por presiones medioambientales que por la pesca. En ningún otro lugar de Europa encontramos esta situación”, ha añadido afirmando que “la propuesta (de la Comisión) tiene por objeto revertir esta situación creando condiciones que ayuden a la población del bacalao a recuperarse, apoyando al mismo tiempo a las comunidades locales que dependen de esta población. Tanto el pescado como los pescadores del mar Báltico merecen un futuro”.

 

Reducción de las capturas en un 92%

En julio de 2019, la Comisión adoptó las primeras medidas de emergencia por las que se prohibía la pesca de bacalao en el Báltico oriental hasta finales de año. A mediados de octubre, el Consejo decidió unas restricciones de la pesca necesarias y sin precedentes para 2020, reduciendo en un 92% las capturas de bacalao permitidas en el Báltico oriental y permitiendo así solo las capturas accesorias. Los países bálticos, además, ya habían respaldado las políticas medioambientales para recuperar el ecosistema del lugar.

Dadas las restricciones acordadas para otras poblaciones del Báltico, los buques y los segmentos de la flota más afectados por el cierre no podrán reorientar sus actividades pesqueras a otras especies, motivo por el que la Comisión concluyó que eran necesarias medidas de emergencia, así como medidas adicionales para abordar la situación específica del mar Báltico.

La propuesta estará vigente hasta el final del período actual del FEMP 2014-2020.

 

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