Tres errores al preparar té Matcha en casa (y cómo conseguir una espuma perfecta)

El té Matcha se ha consolidado como una de las bebidas trendy por excelencia, no solo por su sabor característico, sino por sus múltiples beneficios antioxidantes. Sin embargo, prepararlo en casa con la misma calidad que en una cafetería no siempre es fácil. A menudo, es habitual que aparezcan grumos o que el sabor resulte más amargo de lo esperado.

Rodilla, cadena artesana fundada en Madrid hace 86 años, comparte una guía práctica con los errores más comunes y los trucos esenciales para dominar la técnica en casa sin necesidad de disponer de un set profesional.

Los 3 errores que arruinan tu Matcha (y cómo evitarlos)

1. Usar agua hirviendo

El error: Preparar el Matcha con agua a 100 ºC. El calor extremo quema las hojas de té en polvo, intensificando dramáticamente su amargor y destruyendo parte de sus nutrientes.

El truco: Opta por agua caliente, pero no hirviendo. La temperatura ideal es entre 70ºC y 80ºC. Si no tienes termómetro, simplemente hierve el agua y déjala reposar entre 30-60 segundos antes de usarla.

2. Batir el té sin tamizarlo

El error: Añadir el polvo de Matcha directamente al agua. Así aparecen los temidos grumos, lo que afecta la textura y la liberación uniforme del sabor.

El truco: Antes de añadir el agua, tamiza el polvo de Matcha con un colador fino (el de harina sirve perfectamente) directamente sobre el cuenco. Esto airea el polvo, previene los grumos y facilita la disolución.
 
3. Mezclar con una cuchara

El error: Remover con cuchara impide conseguir la emulsión y la espuma característica.
El truco: Si no tienes el batidor tradicional de bambú (chasen), utiliza un espumador de leche de mano o incluso una batidora pequeña de repostería. Bate de forma enérgica, en movimientos cortos y rápidos, hasta que la superficie adquiera una espuma fina y uniforme.
 

Cómo eliminar el amargor y potenciar la cremosidad

Una vez dominados estos tres pasos, preparar un buen Matcha en casa se convierte en un pequeño ritual. Ahora bien, para quienes buscan suavizar el sabor intenso del té, el secreto está en los complementos:

* Toque dulce, sin azúcar: Añadir una mínima cantidad de miel o sirope de arce ayuda a equilibrar el amargor sin enmascarar el sabor del Matcha.

* La textura es clave: Utilizar leches con mayor contenido graso (como la leche entera o la bebida de avena) genera una espuma más densa y aporta una sensación más cremosa en boca. La grasa de la leche neutraliza ligeramente la astringencia del té.
 

Una tendencia que sigue creciendo

“Cada vez más personas se animan a preparar su matcha latte en casa, y lo mejor es que no hace falta ser un experto para lograr un resultado espectacular. En Rodilla lo preparamos a diario y sabemos que, con unos pocos pasos clave, cualquiera puede conseguir en casa una textura y un sabor muy similares”, destaca Ángel Fernández, Director de Desarrollo de Negocio y Marketing en Grupo Rodilla.