Trucos para evitar que las altas temperaturas acaben con los alimentos este verano

Como norma general, cuanto más perecedero sea un alimento, menor debe ser la temperatura a la que se debe conservar

  • |  Grundig
  • |  07-08-2023

Las altas temperaturas hacen que el verano sea la época del año en la que más alimentos frescos se desperdician y tiran a la basura. Aun disponiendo de un buen frigorífico, mantener los productos frescos durante la temporada estival puede convertirse en una misión complicada si no lo hacemos de forma correcta. Es precisamente estos alimentos los que van perdiendo más sus propiedades debido a distintos factores como la luz, la humedad o la temperatura.

En este contexto, Grundig, la marca líder de electrodomésticos y electrónica de consumo para el hogar, comparte los mejores consejos y trucos para conservar los alimentos en el frigorífico sin que estos pierdan un ápice de frescura.

 

Entre 4 °C y 5 °C, la temperatura ideal

La temperatura en el interior de cualquier frigorífico debe estar en torno a los 4 °C o 5 °C, aunque la cantidad de alimentos del interior influye también en la temperatura. Si está muy lleno, se puede seleccionar algún grado menos para compensar. Y si está vacío, se puede elevar ligeramente, pero sin superar nunca los 8 °C.

Por otro lado, no todas las zonas interiores del frigorífico se encuentran a la misma temperatura. En algunos casos, es debido a la compartimentación, y, en otros, a la forma en la que se genera y se distribuye el aire en su interior. Los estantes inferiores suelen ser los más fríos, mientras que, en los intermedios y superiores, la temperatura sube un poco. Por su parte, la puerta es siempre la zona menos fría, ya que, al abrirse, es la parte que queda más expuesta al exterior y que puede sufrir más alteraciones.

Otro factor que cobra mucha importancia es la correcta circulación del aire. Si esta no es homogénea, algunos alimentos se verán sobreexpuestos a temperaturas demasiado bajas, pese a estar en zonas aparentemente menos frías. Esta sobreexposición puede incluso llegar a helarlos. Además, la temperatura del interior debe ser constante.

Por otro lado, conviene tener la puerta abierta el menor tiempo posible.


La carne y el pescado, abajo; las salsas y mantequillas, en los estantes de la puerta

Como norma general, cuanto más perecedero sea un alimento, menor debe ser la temperatura a la que se debe conservar. Estas son las recomendaciones sobre la ubicación de los alimentos dentro del frigorífico:


Estantes inferiores: Carnes, pescados o mariscos y alimentos para descongelar.

Estantes superiores o centrales: Lácteos, platos preparados o embutidos.

Cajón FullFresh+ de Grundig: Frutas y verduras.

Puerta: Bebidas, salsas, huevos y mantequilla.

 

Una vez se tiene conocimiento de cómo ubicar los alimentos dentro del frigorífico y a qué temperatura, también nos ayudará saber algunas recomendaciones sobre cómo guardarlos para prolongar su vida útil. Es por ello que Grundig nos ofrece algunos trucos para conservar aún mejor ciertos alimentos:

1. Almacenar las manzanas en el cajón con una servilleta de papel ligeramente húmeda en la parte superior. Si una fruta es demasiado madura, las otras se echarán a perder más rápidamente debido al gas etileno que esta produce.

2. A los vegetales verdes con hojas gruesas les gusta la humedad, pero no deben mojarse, ya que rápidamente se volverán amarillos. Después de lavarlos, asegurar que se sequen bien las verduras, envolverlos en una toalla seca y almacenarlos en el frigorífico.

3. Lavar las hierbas delicadas como la menta, el cilantro y la albahaca justo antes de usarlas. Ponerlas en un vaso con una pequeña cantidad de agua, como las flores, y mantenerlas en el frigorífico.

4. El mejor lugar para las setas es el cajón de las frutas y las verduras, envueltas en papel marrón. Este permite que el aire circule y el cajón mantiene el aire húmedo.

5. La mejor manera de almacenar las zanahorias es envolverlas en una toalla de papel y guardarlas en el frigorífico. Si hay espacio suficiente, se recomienda meterlas en un recipiente lleno de agua.

 

El frigorífico, mejor lejos de la placa o el horno

El principal factor que puede dificultar una adecuada temperatura interior es una temperatura excesivamente elevada en el exterior. Si la temperatura ambiente es demasiado alta, su consumo energético puede aumentar, ya que tendrá que hacer un mayor esfuerzo para llegar a la temperatura seleccionada en el interior.

Para controlar esta situación, Grundig te proporciona dos claves:

• No colocar el frigorífico justo al lado de la placa de cocina y/o del horno.

• No colocar el frigorífico en un lugar donde reciba luz solar directamente durante un periodo de tiempo prolongado.

Generalmente, la temperatura ideal es aquella que está entre los 21 °C y los 23 °C, la misma recomendada para el hogar. En la cocina no es fácil mantener esta temperatura, ya que se trata de una de las estancias más cálidas del hogar. Esto es debido, en gran parte, al calor generado por la placa de cocina y por el horno durante su funcionamiento.

Todas estas pautas te ayudarán a mantener la temperatura idónea de tu frigorífico y prolongar la vida útil de los alimentos.



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