10 recomendaciones para prevenir intoxicaciones alimentarias en verano

El verano es una época especialmente crítica, porque las altas temperaturas favorecen el desarrollo de microorganismos

  • |  Revista Alimentaria
  • |  27-07-2021

El verano es una época de calor, de vacaciones y de pasarlo bien disfrutando con tus amigos y familia, pero también es un periodo en el que debemos tener más cuidado aún con las toxiinfecciones alimentarias.

¿Qué son? Son aquellas enfermedades que se producen por la ingestión de alimentos con presencia de gérmenes patógenos o sus toxinas. Así, la enfermedad puede tener su origen en la ingestión de bacterias o virus vehiculados en el alimento (infección), o de toxinas producidas por aquellas previamente formadas en el alimento (intoxicación), o por formas parasitarias en fases concretas de su ciclo evolutivo (infestación).

 

Ejemplos de infecciones:

La salmonelosis.

La hepatitis A.

Ejemplos de intoxicaciones:

El botulismo.

La gastroenteritis por enterotoxina estafilocócica.

Ejemplos de infestaciones:

La triquinelosis.

La anisakiasis.

 

¿Cuáles son los procedimientos de control de procesos y alimentos que se llevan a cabo de manera regular?

Tal y como resaltan desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), para prevenir estos problemas contamos con los propios operadores de empresas alimentarias, que son los principales responsables de comercializar alimentos seguros, y con las autoridades, que realizan tareas de inspección para garantizar que sea así.

Sin embargo, nos recuerdan que en muchos casos los consumidores, como último eslabón de la cadena alimentaria, tenemos la clave para mantener la seguridad de los alimentos, llevando a cabo prácticas correctas de higiene y prestando especial atención al etiquetado de los alimentos, y, en su caso, a las recomendaciones de uso contenidas en el mismo.


Para ello puede resultar de utilidad recordar algunos conceptos básicos. Ante todo, no olvidemos que la contaminación microbiana no tiene por qué manifestarse en el deterioro perceptible del alimento. La apariencia, no basta.


Los microorganismos son seres vivos que necesitan que el alimento que les sirve de vehículo y de hábitat les brinde unas condiciones favorables: disponibilidad de nutrientes, temperatura adecuada, entorno no agresivo. En tales condiciones favorables a la vida, si les concedemos el tiempo necesario, se reproducirán pudiendo alcanzar dosis infectantes, producirán toxinas aquellos que sean toxigénicos... En definitiva, convertirán un alimento inocuo en un producto peligroso.


¡Debemos y podemos evitarlo!


Los meses de verano constituyen una época especialmente crítica, porque las altas temperaturas favorecen el desarrollo de microorganismos. Asimismo, en esta época hay una mayor tendencia a comer fuera de casa y es más probable que no se mantengan los alimentos a las temperaturas adecuadas. Por ello, la AESAN recomienda la observación de las siguientes normas, basadas en las llamadas “Reglas de Oro” para la preparación higiénica de los alimentos de la Organización Mundial de la Salud. La adopción de estas sencillas precauciones evitará numerosas enfermedades provocadas por una inadecuada manipulación o conservación de los alimentos.

 

1.- Consumir alimentos que hayan sido tratados o manipulados higiénicamente

No se debe consumir leche cruda sin tratamiento térmico previo.

Las carnes, pescados y productos de repostería deben estar refrigerados o congelados.

En los establecimientos de restauración es obligatorio el empleo de ovoproductos en la elaboración de platos a base de huevo crudo como mayonesas, salsas, cremas, etc. en los que no se alcancen los 75ºC.

Si preparas estos alimentos en casa, debes consumirlos inmediatamente, no aprovechar las sobras y, de no consumir de inmediato, conservarlos en frío.

El lavado de los huevos no está recomendado, pero si lavas los huevos antes de utilizarlos porque estén muy sucios, debes hacerlo inmediatamente antes de su uso.