¿Cómo debe ser la alimentación femenina?

La alimentación es clave para ayudar a nuestras hormonas femeninas

  • |  Revista Alimentaria
  • |  08-03-2021

No podemos negar que en hombres y mujeres hay diferencias biológicas; y cuando hablamos de hormonas, son muy notables. Por ello, es importante conocer cómo debemos nutrir nuestro cuerpo para ayudar a que estas hormonas hagan su trabajo de forma adecuada y se produzcan en la menor medida posible desajustes hormonales que causan estragos en nuestro día a día. Es importante reconocer nuestra biología femenina para saber cómo cuidarnos y querernos mejor.

Para ayudarnos en este objetivo, desde ConsumidoRA hemos contactado con la doctora Caridad Gimeno Uribes, Profesora de Nutrición de la Universidad CEU Cardenal Herrera, que nos explica cómo debe ser esta alimentación.

 

Nuestra alimentación

Según nos explica la doctora, debemos hacer diferencia en las cantidades y prestar mucha más atención a ciertos minerales como el hierro y otros micronutrientes: "Las chicas a partir de la adolescencia por influencia estrogénica comienzan a acumular más grasa en la zona gluteofemoral y en el pecho, lo que hará que tengan una composición corporal diferente a los chicos, que tienen una mayor masa muscular y densidad mineral ósea por acción de la testosterona. Esta masa magra condiciona un mayor gasto energético basal en el hombre, lo que le permite mantener una ingesta energética más elevada que a la mujer. Las recomendaciones de cada nutriente y de energía son diferentes según sexos desde la segunda década de la vida. Especial hincapié se debe hacer al consumo de hierro en mujeres en edad fértil y a todos los nutrientes y energía en etapas especiales de la vida".

Además, cabe destacar que las mujeres tenemos grandes cambios hormonales durante nuestra etapa de menstruación. En la cual, vemos que pasamos por cuatro mesociclos durante cada mes que implican cambios nutricionales, puedes leer nuestro artículo sobre ello siguiendo este enlace.

 

El embarazo, una etapa que requiere especial atención

"El embarazo y la lactancia son períodos de estres fisiológico donde aumentan los requerimientos energéticos. Llegar con un estado nutricional adecuado a este momento de la vida es fundamental para cubrir las necesidades del futuro recién nacido. El feto va a necesitar proteínas de alto valor biológico, minerales y vitaminas. Es importante reforzar la ingesta de alimentos como los lácteos por su riqueza en estos nutrientes, ingerir alimentos ricos en hierro y proteínas desde legumbres a carnes rojas y huevos, alimentos marinos ricos en Yodo y omega 3, cereales integrales para prevenir el estreñimiento junto con vegetales y frutas frescas por su aporte de folatos y otras vitaminas clave para el desarrollo fetal. La dieta en este período es fundamental para asegurar un buen desarrollo del bebé", explica Caridad Gimeno.

¿Por qué requieren tu atención las hormonas femeninas?

Como nos explica la doctora, las hormonas femeninas son muy diferentes a las masculinas. Además, vemos que se manifiestan en mayor medida y, aparte de a nivel fisiológico, también producen en nosotras cambios psicológicos. Para lograr una mejor salud al completo debemos atenderlas y cuidarlas: "El climaterio es un período de la vida de la mujer en el que por causas hormonales se producen cambios fisiológicos y psicológicos que afectan no solo al ámbito de la función reproductora sino al sistema cardiovascular, al metabolismo óseo, al pelo, a la piel, al peso corporal...entre otros".

Por ello, en esta etapa es especialmente importante hacer una adecuada selección de alimentos junto a una vida activa físicamente. El aumento del consumo de alimentos ricos en calcio y vitamina D será especialmente relevante junto al consumo de pescados azules y la inclusión de gran cantidad de verduras, frutas y hortalizas que aumenten la cantidad de fibra en la dieta, aporten compuestos bioactivos y disminuyan la densidad energética de la dieta", nos explica Caridad Gimeno.

Alimentación y su evolución en el s. XXI

Para terminar, con motivo de conmemoración del día 8 de marzo, "Día Internacional de la Mujer", la Doctora Caridad Gimeno nos hace una pequeña reflexión sobre la evolución de la alimentación en el último siglo y sus implicaciones.

Afortunadamente, el crecimiento de la presencia de la mujer en el mundo laboral ha posibilitado que actividades diarias como el momento de compra pase a ser una tarea más igualitaria de hombres y mujeres. Sin embargo, la falta de tiempo provocada por las horas laborables ha implicado "un gran cambio en la forma de alimentarse las familias. Se invierte menos tiempo en acciones básicas del proceso de la alimentación, desde la planificación a la realización de la compra y a la elaboración de los platos. Se seleccionan productos de fácil preparación y con vida media más larga. Ya no se va a la busca diaria de productos frescos, haciéndose con frecuencia la compra un día a la semana llenando el frigorífico y la despensa de productos procesados y dando un mayor uso al congelador. El tiempo dedicado a la cocina se minimiza abandonándose muchas recetas tradicionales de la gastronomía mediterránea", explica la doctora. Por ello, desde su opinión nos resalta: "Sería interesante plantear si volver a estudiar cocina en las escuelas no sería de más utilidad para todos los adolescentes que muchas otras materias de menor utilidad práctica y con menores beneficios para la salud".

 

 

 

 



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