La temperatura ideal del frigorífico: la clave para conservar tus alimentos frescos y seguros
Equivocarse a la hora de configurar nuestros frigoríficos implica más riesgos de los que cabría imaginar
Mantener el frío correcto para nuestros alimentos y bebidas es la diferencia entre conservar alimentos en la nevera con seguridad o favorecer que aparezcan bacterias o que haya que tirarlos directamente
Equivocarse a la hora de configurar nuestros frigoríficos implica más riesgos de los que cabría imaginar. Por eso es importante saber cómo fijar la temperatura ideal del frigorífico o cuál es la temperatura ideal para el congelador, y probablemente no lo sepas. Por eso aquí vamos a darte varios trucos y pautas a seguir para medir y estabilizar el frío a diario con tus alimentos y bebidas, y comenzando por recomendar los equipos más adecuados, como los frigoríficos Create.
Temperatura ideal del frigorífico
Los organismos sanitarios recomiendan que la zona de refrigeración trabaje entre 3 °C y 5 °C. Ese rango frena el crecimiento bacteriano sin congelar y es clave para conservar alimentos en la nevera como frutas y verduras (mejor en cajones), lácteos y huevos (estantes centrales), y carnes y pescados (zona más fría, normalmente los estantes inferiores). ¿Y si tienes vinos? En ese caso, lo ideal es que las Vinotecas estén entre los 13 ºC y 16 ºC.
Con estos grados recomendados para el frigorífico, los alimentos mantienen la textura y el sabor. En cuanto al congelador, lo ideal es −18 °C. Es lo que se ha estandarizado como temperatura ideal del congelador para bloquear la actividad microbiana y alargar la vida útil de lo que almacenas sin elevar demasiado el gasto energético.
Cómo medir la temperatura del frigorífico
La única manera fiable de comprobar la temperatura es con un termómetro. Lo que tienes que hacer es colocar un vaso de agua en la zona central (nunca en la puerta, donde el frío fluctúa), colocar el termómetro en el vaso y comprobar tras 12–24 horas.
Repite la lectura con los cambios de estación, ya que la temperatura de la nevera de verano a invierno puede necesitar algún cambio, o cuando la carga varíe mucho.
¿Y cómo medir temperatura de la nevera en caso de no tener termómetro? En ese caso, recurre al panel del frigorífico, si lo tiene, aunque es algo orientativo. Afortunadamente, marcas como Create muestran la temperatura real en todo momento en sus frigoríficos.
Factores que afectan a la temperatura interna
Abrir la puerta a menudo, colocar el equipo junto a fuentes de calor, tenerlo casi vacío o a rebosar, o un termostato desajustado, alteran el frío. ¿La solución? Abrir solo lo necesario, dejar 5–7 cm de ventilación trasera y lateral, distribuir bien la compra para que el aire circule, revisar juntas y limpiar el condensador una vez al año.
Si dudas sobre dónde poner el termostato del frigorífico, empieza en 4 °C y corrige poco a poco tras medir la temperatura. Si lo nivelas bien, tus alimentos, tu salud y tus ahorros lo agradecerán.
Consejos para conservar los alimentos de forma segura
Mantener los alimentos en buen estado no solo garantiza su sabor y calidad, sino que también ayuda a prevenir intoxicaciones y reducir el desperdicio. Un uso adecuado del frigorífico marca la diferencia en tu día a día.
Separa crudos de cocinados: guarda las carnes y pescados en recipientes cerrados y distintos a los alimentos ya preparados, evitando así la contaminación cruzada.
Utiliza recipientes herméticos: además de prevenir goteos y olores desagradables, ayudan a mantener los alimentos frescos por más tiempo.
Organiza según la temperatura del frigorífico:
• Estante superior: sobras y lácteos.
• Estante central: alimentos listos para consumir (embutidos, platos preparados).
• Estante inferior: carnes y pescados bien sellados.
• Cajones: frutas y verduras.
• Puerta: salsas, condimentos y bebidas.
Deja espacio entre los productos: así el aire frío circula mejor y la temperatura se mantiene uniforme.
Etiqueta y fecha los alimentos: escribe la fecha de apertura o de preparación para saber cuál consumir primero.
Evita abrir la puerta constantemente: el compresor trabajará menos y se reducirá el consumo de energía.
Limpia el frigorífico regularmente: una limpieza frecuente previene malos olores y bacterias, y prolonga la vida útil del electrodoméstico.
Aplicar estos consejos te permitirá disfrutar de alimentos más frescos y seguros, optimizar el espacio de tu frigorífico y al mismo tiempo ahorrar energía. Una buena organización es la clave para cuidar tu salud, tu bolsillo y el medio ambiente.
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