Luz verde para la carne cultivada en EE UU: te contamos las claves de este avance

La decisión de la FDA abre el camino para que los consumidores estadounidenses tengan acceso al pollo cultivado

  • |  Good Food Institute Europe
  • |  24-11-2022

Por primera vez, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha dado luz verde a un producto cárnico cultivado, un hecho de interés en toda Europa que abre las vías a una forma más sostenible de producir carne.

En concreto, la empresa UPSIDE Foods ha completado con éxito las pruebas de seguridad que pide la FDA antes de poder comercializar su pollo cultivado, demostrando que esta opción es tan segura como el pollo convencional. Ahora, los productos de UPSIDE Foods pasarán al proceso de aprobación estándar, similar al que siguen los productos cárnicos convencionales.

 
Ante esta noticia, el Good Food Institute Europe (GFI Europe), la ONG que promueve en Europa las proteínas sostenibles como la carne cultivada, nos explica varias de las claves en torno a la carne cultivada.

 

¿Qué es la carne cultivada?

La carne cultivada es exactamente igual a la carne de vaca, cerdo, pollo o pescado que la gente disfruta comiendo hoy en día, pero se produce en fermentadores como los que se usan para elaborar cerveza.


¿Cómo se produce?

Cultivar carne es similar a cultivar plantas a partir de esquejes en un invernadero, el cual proporciona calor, suelo fértil, agua y nutrientes. Para ello, es necesario tomar una pequeña muestra de células del animal y cultivarlas en un fermentador, similar a los que se usan para elaborar cerveza. Este proceso simula el proceso en el interior del animal, proporcionando el calor y los nutrientes básicos necesarios para producir carne (agua, proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales). El resultado es carne idéntica a la carne producida convencionalmente, pero elaborada de una manera más sostenible.


¿Por qué es necesaria la carne cultivada?

La ONG indica que la agricultura animal causa el 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, el equivalente a todos los aviones, camiones, automóviles, trenes y barcos en la Tierra. Se prevé que la demanda mundial de carne llegue a duplicarse hacia el año 2050 y no contamos con los recursos terrestres, el agua o la estabilidad climática como para ampliar los métodos actuales de producción de carne para satisfacer dicha demanda.


En comparación con la producción convencional de carne de vaca, la investigación muestra que la carne cultivada producida a partir de energías renovables podría reducir las emisiones climáticas hasta en un 92%, reducir la contaminación del aire hasta en un 93% y usar hasta un 95% menos de tierras, dando lugar a la creación de espacio para una agricultura más sostenible y evitando problemas como la deforestación.

Este mismo estudio establece que el pollo cultivado a partir de energía renovable podría reducir las emisiones climáticas en un 17%, reducir la contaminación del aire hasta en un 29% y usar hasta un 63% menos de tierra.


En Europa y en todo el mundo, la mayoría de los antibióticos son suministrados a los animales de granja, aumentando así la resistencia a los antimicrobianos que causaron 1,2 millones de muertes en 2019. Por su parte, la producción de carne cultivada está libre de antibióticos.


Carne cultivada en Europa

El científico holandés Mark Post presentó la primera hamburguesa de ternera cultivada en el año 2013 en Londres. En la actualidad, existen más de 30 empresas en Europa que trabajan con carne cultivada, incluyendo BioTech Foods, compañía con sede en San Sebastián.


La investigación llevada a cabo por GFI Europa ha revelado una creciente conciencia con respecto a la carne cultivada en los principales mercados europeos: 65% de los españoles, 55% de los italianos, 57% de los alemanes y un tercio de los franceses ya están dispuestos a comprar este tipo de carne una vez esté disponible en Europa.

Asimismo, un gran número de los encuestados consideran que la carne cultivada tendría un impacto positivo en el medio ambiente y el 68% de la población en España querría que el gobierno apoyara esta nueva forma de producir carne, frente al 38% de los franceses, 56% de la sociedad alemana o el 58% de los italianos.


Proceso regulatorio de la carne cultivada en Europa

Antes de que un producto cárnico cultivado pueda venderse en Europa, debe ser aprobado por los reguladores en un proceso regido por el Reglamento de Nuevos Alimentos. Una vez que los reguladores de la Unión Europea aprueben el producto, este puede empezar a venderse en los 27 países miembros de la UE.

El proceso de aprobación incluye una evaluación exhaustiva y basada en evidencias que demuestren la seguridad y el valor nutricional de la carne cultivada. Se estima que este proceso tendrá una duración de al menos 18 meses.

En este sentido, GFI Europa trabaja con los responsables políticos para fomentar un proceso normativo sólido, claro y basado en pruebas en toda Europa. No obstante, hasta la fecha no se tiene ningún conocimiento de que se haya presentado ninguna solicitud de autorización previa a la comercialización de carne cultivada en ningún lugar de Europa.



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