_{José Blázquez Solana}

_{Jefe de la Unidad Técnica de Garantía de Calidad. Laboratorio Salud Pública del Ayuntamiento de Madrid}

La presencia de residuos de plaguicidas (RP) en el agua y en los alimentos es un asunto recurrente en los medios informativos. Frecuentemente se traslada al ciudadano el mensaje de que padecemos una alimentación insana, plena de “química” por el uso de aditivos  y por la contaminación accidental o deliberada por plaguicidas. La asociación aditivos/plaguicidas ya es confusa porque los aditivos cumplen una función tecnológica mientras que los residuos son simplemente contaminantes indeseables.

La divulgación de temas propios de Seguridad Alimentaria requiere informar de los incidentes pero también de las medidas preventivas y de mejora que aplican las autoridades. Especial atención debe prestarse cuando la población diana son los lactantes y niños de corta edad. La EFSA,  European Food Safety Authority, publicó el 28 de junio de 2018 (1) una serie de recomendaciones para proteger aún más a los bebes pequeños de los riesgos potenciales que plantean los RP en los alimentos. El objetivo básico es fijar niveles seguros de ingesta para bebés menores de 16 semanas. La revisión de las actuaciones realizadas en el seno de la UE permite señalar que los objetivos se han alcanzado; evidencias al respecto son...

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Artículo íntegro publicado en Revista Alimentaria 498

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