Microbiota y dieta en los 1.000 primeros días

Revista Alimentaria

28 de mayo, 2019


María Carmen Collado, Izaskun García-Mantrana y todo el equipo MAMI, Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos - Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IATA-CSIC)

Cada vez existe mayor evidencia científica sobre la relevancia de la microbiota en la salud humana. La microbiota intestinal es un complejo ecosistema que está implicado en importantes funciones metabólicas e inmunológicas en el hospedador. Los primeros 1.000 días de la vida de un niño (desde su concepción hasta que cumple el segundo año) son cruciales para el establecimiento de la microbiota intestinal y la maduración del sistema inmune.

Este corto espacio de tiempo se considera una “ventana de oportunidad” desde el punto de vista nutricional, pues una adecuada alimentación durante ese periodo tiene un impacto enorme en la programación metabólica, inmunológica y microbiana afectando a la salud, desarrollo físico e intelectual del niño.

Desde el nacimiento la composición de las comunidades microbianas presentes en nuestro organismo sufre cambios continuos, aumentando gradualmente en diversidad filogenética para finalmente converger hacia una microbiota semejante a la adulta al final de los 3 años de vida.

Sin embargo, existen una serie de factores como son el tipo de parto, el tipo de lactancia, así como los patrones de higiene que durante el período perinatal y la edad temprana pueden alterar el correcto establecimiento de nuestra microbiota.

Las investigaciones más relevantes de los últimos años han estado relacionando una inadecuada adquisición de patrones bacterianos con un aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles (ENT) como son la obesidad, diabetes además de diversas enfermedades inmunitarias de tipo alérgico como son el asma y la atopia.

La microbiota materna forman parte del primer inóculo en los recién nacidos. Esas bacterias que la madre trasfiere a sus hijos tanto a través del parto como durante la lactancia son claves para una adecuada colonización microbiana y un correcto desarrollo del sistema inmunitario en el niño. El estado fisiológico y nutricional de la madre durante el embarazo y la lactancia juega un papel fundamental en la programación de la salud de su descendencia. Por lo tanto, un adecuado ambiente nutricional y microbiano en el entorno materno-infantil es crítico para...

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