No es fácil encontrar para la cesta de la compra un producto que nos permita responder con un SÍ a todas las preguntas que se hacen los consumidores de hoy. Los productos del ovino y del caprino nos permiten paladear un producto natural y delicioso, que además es una contribución al medio ambiente, por muchas razones, a nuestra economía rural y a nuestro organismo. No es de extrañar que la Unión Europea fomente su consumo gracias a los programas que elabora en colaboración con la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y Caprino, INTEROVIC.

La pandemia nos ha obligado a repensarlo todo. Antes de que se desatara, el ámbito agroalimentario tenía en frente a ciudadanos empoderados muy seguros de sí mismos. Hoy, el miedo y la crisis hacen acto de presencia por todos lados, aunque parezca que estamos ya vislumbrando el final de la pesadilla. El covid ha marcado un antes y un después. A pesar de ello, en este contexto de magnitudes negativas existen datos que permiten albergar confianza en el futuro.

Ese chorro de esperanza viene de los cambios que se están produciendo en la mentalidad del consumidor. Con el pesimismo generalizado, conviven la evolución positiva hacia aquellos productos alimentarios que son considerados naturales, de proximidad, sociales y sostenibles.

Se valoran de nuevo productos frescos para la cesta de la compra y se dedica más tiempo a la cocina, algo que parece que ha llegado para quedarse cuando llegue en ansiado momento de quitarnos las mascarillas y recuperar la normalidad de siempre.

En la escala actual de valores de la sociedad, natural, de proximidad, social y sostenible, las carnes de lechal, cordero y cabrito deben tener un lugar sobresaliente por derecho propio por su sistema de producción de agricultura familiar, resiliente y modelo de un sistema alimentario sostenible.

Los contrastados beneficios que tiene el sector ovino a la hora de convertir recursos vegetales en carne, conservar el tejido rural, fomentar la biodiversidad y prevenir los incendios forestales sustentan la apuesta de la Unión Europea para contribuir a su fomento con programas de promoción.

El cordero del siglo XXI

Son un producto con una excelente fuente de proteínas de la más alta calidad, vitaminas y minerales. La puesta al día de nuestro sector para ofrecer a los consumidores de hoy presentaciones innovadoras encaja en los gustos y las necesidades del público actual. Despieces con menos grasas y tiempos de elaboración aligerados son la tarjeta de presentación de un sector que ha hecho un gran esfuerzo para escuchar al consumidor.

La gran familia del ovino y del caprino es la protagonista de una ambiciosa campaña puesta en marcha gracias a la unión de todo el sector y al apoyo de la Unión Europea. Gracias a ello los ciudadanos van a tener una visión cercana de todo lo que hay detrás de un plato de lechal cordero o cabrito. Unas carnes que llevan miles de años con nosotros, por el oficio del pastoreo, y que deben estar otros tantos en nuestro punto de venta por todos los beneficios que tiene para todos.

 

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