Cada día son más las personas que quieren recuperar el sabor del pan “como el de antes” y que apuestan por elaborarlo en su propia casa. Usar una materia prima de calidad es el primer paso para lograr un producto con las propiedades sensoriales deseadas.

Con el objetivo de ayudar en esta meta, los hermanos Benade Durán han impulsado el proyecto Trigo y Limpio, que ofrece harinas elaboradas a partir de trigo Callobre (una variedad autóctona de Galicia recuperada por el CIAM, Centro de Investigaciones Agrarias Mabegondo, dependiente de la Consejería de Medio Rural de la Xunta de Galicia), y molidas en piedra para conservar al máximo sus propiedades.

Alicia Benade, una de las responsables de la iniciativa, explica que ella y sus hermanos llevaban tiempo con ganas de poner en marcha algún proyecto en su pueblo: “Venimos de familia de campo (como todo gallego de ciudad, seguíamos teniendo pueblo con gallinas, con tareas de huerta y de campo los fines de semana, etc.). La idea era darle una segunda oportunidad a los campos sin trabajar desde hacía décadas. Cierto día, llegó a nosotros la historia de la recuperación de las variedades autóctonas de trigo, por las que el pan gallego alcanzó reconocida fama. Decidimos apostar por la variedad Callobre, pues nos pareció el cultivo ideal para las necesidades del terreno, y con el valor añadido de molerlo después en piedra”, señala. 

Alicia resalta que se trata de un proyecto 360º, ya que, haciendo honor a su nombre, primero cultivan de una forma limpia y sostenible, sin fertilizantes químicos, sin herbicidas, y sin posteriores aditivos ni conservantes. “En segundo lugar, molemos el grano entero y lentamente en molino de piedra, sin recalentar la harina y consiguiendo un...

Artículo completo en Revista Alimentaria 513

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