M.Victoria Moreno-Arribas

Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), CSIC-UAM

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) ha concluido que el calentamiento climático mundial es inequívoco, con datos de temperatura de la superficie terrestre y oceánica combinados promediados globalmente, calculados por una tendencia lineal, mostrando un aumento de aproximadamente 0,85°C (0,65-1,06 °C) durante el siglo XX, mientras que para finales del siglo XXI se pronostica un incremento de entre 1,4 a 5,8 ºC en el promedio de la temperatura (IPPC 2013).

La relación entre el cambio climático y la producción de vino es compleja y no uniforme en las diferentes regiones productoras. Los viticultores y enólogos están familiarizados con la gestión de algún grado de variabilidad climática, generalmente representada a través de la variación de la cosecha. Cuando las condiciones excedan estas "normas" de variación aceptadas, es posible que se necesiten prácticas de gestión adicionales para garantizar la calidad, consistencia y seguridad del producto. La variabilidad y las condiciones extremas en algunos aspectos presentan mayores amenazas que los cambios en los promedios ya que su naturaleza aguda coloca a los productores en condiciones desconocidas a las que deben adaptarse y administrar rápidamente...

 

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Publicado en Revista Alimentaria 496

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