Especialistas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) han colaborado con el Centro Europeo de Control de Enfermedades Infecciosas (ECDC) para la elaboración de una evaluación del riesgo rápida (Rapid Risk Assessment) en relación con las infecciones en visones de una nueva variante del SARS-CoV-2 que se publicó el 12 de noviembre.

En abril de 2020 se notificó la primera infección por SARS-CoV-2 en los Países Bajos en un visón y posteriormente en un trabajador, estableciéndose la posibilidad de transmisión de seres humanos a visones y viceversa. Desde entonces se han notificado infecciones en visones en Dinamarca, Italia, España, Suecia y Estados Unidos.

El 5 de noviembre de 2020, Dinamarca notificó 214 casos humanos de COVID-19 infectados con variantes del virus del SARS-CoV-2, todas relacionadas con los visones, así como visones infectados con el virus en más de 200 granjas. Las variantes de los SARS-CoV-2 detectadas formaban parte de al menos cinco grupos estrechamente relacionados.

Una de las variantes contiene cuatro cambios genéticos, tres sustituciones y una deleción, en la proteína S. Dado que esta es la proteína que contiene el dominio de unión al receptor y es un objetivo importante para la respuesta inmune, tales mutaciones podrían, en teoría, tener implicaciones en la capacidad del virus de infectar a humanos y animales, y su antigenicidad. Y, por tanto, potencialmente tener un impacto en la efectividad de las vacunas candidatas desarrolladas. Se están realizando investigaciones y estudios para aclarar el alcance de estas posibles importantes implicaciones.

En la evaluación de riesgo se aportan una serie de recomendaciones para disminuir el riesgo que representan estas infecciones para la salud pública, específicas para las granjas de visones y sus trabajadores: medidas de prevención y control de infecciones tanto para los trabajadores como para los visitantes de estas granjas; la realización de análisis en los trabajadores, la secuenciación y caracterización de las propiedades antigénicas y la infectividad de los virus detectados, la monitorización continua de estos animales y la prevención de la propagación de estas variantes entre los animales: y el desarrollo de estrategias de preparación y respuesta de “One Health” incrementando la coordinación entre los distintos actores implicados, producción agrícola, salud animal y la salud pública.

 

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