Ya han pasado dos meses desde la firma del acuerdo de libre comercio y cooperación entre la UE y Reino Unido y en esta ocasión contamos con el análisis de Adrián Vázquez, eurodiputado de Ciudadanos y presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos. Nos ofrece su visión acerca de cómo vivió el proceso y de aquellos aspectos que aún están pendientes de aclarar, como cuestiones relativas al sector pesquero y a las DOP e IGP, entre otras.
 

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Revista Alimentaria.- ¿Cuáles son los principales cambios que introduce el acuerdo firmado el pasado 24 de diciembre entre la UE y Reino Unido?

Adrián Vázquez.- Siempre que hay una ruptura hay consecuencias y, en general, en muchas ocasiones éstas no son positivas. Es cierto también que todavía no somos conscientes ni tenemos toda la información acerca de los detalles de cómo va a afectar esta ruptura al sector agroalimentario. La parte positiva es que hemos conseguido evitar la ruptura total de las relaciones y la introducción de una carga arancelaria para los productos que intercambiamos, pero sí queda una carga burocrática que todavía no está definida del todo. Aún no se ha desarrollado un sistema de ventanilla única como habíamos propuesto para reducir al máximo dicha carga burocrática, y estamos trabajando para definir estos detalles. 

R. A.- ¿Cuál es la importancia del mercado de Reino Unido para España?

A. V.- En primer lugar, me gustaría aclarar que lo que están viviendo en el Reino Unido son las consecuencia del populismo y de generar problemas ficticios donde no los hay. Si observamos las balanzas comerciales de la UE y Reino Unido, vemos que somos los primeros socios comerciales entre nosotros, pero el Reino Unido supone el 12,5% de las exportaciones de productos agroalimentarios a la UE, mientras que en el otro sentido es el 72%, así que la dependencia está clara. Sobre todo para España, se trata de un mercado clave, en especial para nuestro sector hortofrutícola. Además, quiero recordar que hay otros dos sectores que se están viendo afectados por aranceles de terceros países, en este caso por parte de Estados Unidos, que son el olivar y el sector vitivinícola. Hemos presentado propuestas, tanto en la Comisión como en el Parlamento, para que sigamos presionando para la eliminación de estos aranceles, ante la nueva administración Biden.

R. A.- Desde el Parlamento Europeo, ¿cómo se ha vivido la salida de Reino Unido?

A. V.- Desde mi experiencia personal, lo viví de una forma agridulce, porque mis compañeros británicos del grupo liberal-demócrata tuvieron que hacer las maletas y dejar el Parlamento, y era una noticia fatídica para el Reino Unido y mala para la UE. La parte dulce es que me convertí en eurodiputado y una de mis primeras tareas como presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos ha sido empezar a definir la letra pequeña de cómo vamos a dejar las relaciones y la cooperación judicial del futuro con el Reino Unido y, como miembro de la Comisión de Agricultura, estoy trabajando en cómo reducir la carga burocrática.

R. A.- Respecto al sector pesquero, ¿cuáles son los principales puntos que quedan por resolver?

A. V.- La pesca es un sector muy importante y quedan varios puntos por definir, como es el caso del problema de la pesca en las Islas Malvinas, donde el 90% son buques españoles. También estamos negociando cómo hacer las descargas y luego transportar ese pescado hasta la UE, cómo vamos a pescar en Gran Sol, etc. 

R. A.- ¿Y cómo va a afectar al sector primario?

A. V.- Con la salida de Reino Unido, perdemos un contribuyente neto de la PAC, lo cual supone casi un 10% menos de presupuesto para el sector primario. A esto se añade que, en la negociación de la financiación de la PAC, hemos perdido mucho peso: pasamos de ser segundo receptor a tercero, nos adelanta Alemania. Además, la condicionalidad ambiental es imprescindible, pero no se puede hacer sin estudios de impacto sobre los agricultores, ganaderos y pescadores, ni sin tener en cuenta la sostenibilidad económica de nuestras explotaciones.

R. A.- A nivel de seguridad alimentaria, ¿se prevé que haya cambios en el nivel de exigencia de Reino Unido?

A. V.- Desde el Reino Unido están muy abiertos a colaborar en este sentido, porque son los primeros interesados en tener productos seguros para sus ciudadanos, y porque entienden que si queremos mantener ese intercambio de productos, tienen que mantener los estándares europeos. En este sentido, creo que no vamos a tener ningún problema.

R. A.- Desde su punto de vista, ¿cuáles son los principales aspectos que quedan pendientes de negociación?

A. V.- Uno de los temas principales en los que estoy trabajando, como miembro de la Comisión de Agricultura y como presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, es la aceptación y la definición de un reglamento a futuro de las denominaciones de origen e indicaciones geográficas (DOP e IGP). Lo que se ha conseguido en el acuerdo es que ellos acepten todas las IGP que teníamos hasta el momento de la salida, y queremos que se mantengan también de cara al futuro.

Me gustaría terminar resaltando que esto es un tema transversal, que va mucho más allá de ideologías y que debemos abordar con una idea-país.