Un reciente estudio ha analizado la ingesta de azúcares totales, intrínsecos y añadidos, de la población española, así como las principales fuentes alimentarias que aportan dichos azúcares. Además, presenta información pionera acerca del porcentaje de la población española que cumple o no con los criterios recomendados de ingesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Entre las conclusiones del trabajo destaca que los hidratos de carbono en su conjunto proporcionan un 41,1% de la energía total consumida. De ellos, el 24,1% son almidones y el 17% restante corresponde a azúcares totales. Según explica el investigador principal de este estudio, el profesor Gregorio Varela-Moreiras, Presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), Director del Grupo de Investigación Nutrición y Ciencias de la Alimentación (CEUNUT) y Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, “el aporte medio a la energía de los hidratos de carbono en la población ANIBES no alcanza las ingestas de referencia de la EFSA de entre el 45 y 60% para ningún grupo de edad o sexo”.

Por su parte, “los azúcares intrínsecos suponen el 9,6% de la energía total consumida y los azúcares añadidos el 7,3%, en línea con la recomendación de la OMS relativa a que estos últimos deben suponer menos del 10% de la ingesta calórica total diaria”, continúa el profesor.

El artículo, coordinado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y publicado en la revista científica Nutrición Hospitalaria, también desvela que “el aporte de azúcares intrínsecos es mayor en las poblaciones de mayor edad, mientras que, por el contrario, el consumo de azúcares añadidos es superior en edades más tempranas y en especial durante la adolescencia, llegando en este tramo de edad al 10% de la energía total consumida”.

Si nos centramos en las fuentes alimentarias de azúcares añadidos, las principales son los azúcares y dulces (34,1%), las bebidas sin alcohol (30,8%) y los cereales y derivados (19,1%), mientras que en el caso de los azúcares intrínsecos, sobresalen las frutas (31,8%), la leche y productos lácteos (29,3%) y las bebidas sin alcohol (15,01%), principalmente zumos y néctares (11,1%)”.

En relación a los azúcares totales, la “leche y productos lácteos (23,2%), las bebidas sin alcohol (18,6%), las frutas (16,8%), los azúcares y dulces (15,1%) y los cereales y derivados (12,0%) son los grupos de alimentos y bebidas que contribuyen como fuentes principales”, detalla el profesor Varela-Moreiras, quien concluye “todos estos grupos suponen el 85% de los azúcares totales consumidos”.

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