El aceite de oliva virgen (AOV) es una de las grasas que más consumimos de forma diaria, en aliños de ensaladas, para cocinar, en tostadas... son múltiples las formas en las que puede emplearse. Por ello, y por sus beneficios nutricionales y organolépticos en la cocina, hacen que sea un ingrediente principal en nuestro día a día. Sin embargo, a veces olvidamos que es un ingrediente con un gran aporte calórico y debemos moderar su consumo para que siga aportando tantos beneficios. Con el fin de saber cuales son las cantidades que se pueden tomar de esta grasa vegetal, nos hemos puesto en contacto con el Doctor Jose María Castellano, del Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IG-CSIC).

¿Qué cantidad se debe consumir de forma diaria?

En 2015, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), elaboró un documento titulado Consenso sobre Grasas y Aceites en la Alimentación de la Población Española Adulta. En él se constató que un patrón alimentario moderadamente rico en grasa y en ácido oleico, nutricionalmente completo, como es la dieta mediterránea, no promueve aumento de peso y es idóneo para la salud cardiovascular. Este documento estableció que la ingesta deseable de grasa total para la población española puede variar entre un 20% y un 40% de la energía diaria, situando el consumo deseable de ácido oleico entre el 12 y el 30 % de la energía de la dieta, y que su fuente principal debía ser el AOV.

“En este sentido, el Estudio PREDIMED indicó que para aprovechar el efecto benéfico de los ingredientes funcionales del AOV y que la cantidad de grasa ingerida fuera equilibrada con la dieta mediterránea (que también incluye el consumo de pescado azul y frutos secos) serían suficientes unos 37 gramos de AOV (unos 40 mL)”, concretaba el Dr. Castellano.

Consecuencias de un uso abusivo del AOVE

No debemos olvidar que el aceite de oliva, como cualquier otra grasa dietética, es un alimento de muy alto poder calórico. El aporte energético de los lípidos se ha establecido en 9 Kcal/g. Por lo tanto, los principales efectos nocivos de ingesta excesiva de AOV estarían relacionados con la obesidad.

“Hasta el momento, no se han descrito efectos adversos asociados a sobredosis de los distintos ingredientes funcionales del AOV. La única excepción tal vez podría ser la vitamina E. Hay un número de estudios en roedores que sugieren efectos deletéreos de dosis de vitamina E superiores a 600 mg/Kg peso corporal, pero estas dosis son inalcanzables en base al consumo de AOV”. 

“Desgraciadamente, nuestro estilo de vida, caracterizado por una dieta inadecuada y sedentarismo, es una vía rápida hacia la obesidad. En lo que llevamos de siglo XXl, la obesidad ha alcanzado proporciones pandémicas, tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo. En tándem con la obesidad, la prevalencia de enfermedades metabólicas crónicas, como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, y determinados tipos de cáncer, han crecido también muy significativamente” comentaba Jose María Castellano sobre los hábitos de consumo actuales.

“De los datos que he aportado antes, podríamos inferir que no sería razonable que un adulto sano, de edad media y físicamente activo, ingiriera más de 75-80 g de AOV al día”, finaliza el Doctor Castellano.

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