El consumo de pescado en España crece cada vez más con respecto a años anteriores; así lo señalan los paneles de consumo alimentario anuales realizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Esto, junto al incremento de población que se estima para los próximos años, se traduce en la necesidad de un aumento de la oferta que debe hacerse de forma sostenible y segura para poder asegurar el abasteciendo en el futuro.

La acuicultura nos presenta un formato totalmente necesario y complementario al modelo de pesca tradicional que permita lograr el abastecimiento de pescado a la sociedad de una manera rentable y segura para nuestra salud y el medio ambiente. En España la acuicultura cada vez cobra más importancia y es necesario conocerla y entender que puede facilitar un producto de calidad y seguro.

Según el informe de Acuicultura en España 2019, realizado por APROMAR, en 2018 la acuicultura en España sumó un total de 348.395 toneladas. Esta producción alcanzó un valor en su primera venta de 472,3 millones de euros y la principal especie producida ha sido el mejillón (273.600 t), seguido por la lubina, la trucha arco iris y la dorada.

Además la seguridad alimentaria en acuicultura está asegurada dentro de la Política Pesquera Común a través de los requisitos establecidos en el Reglamento 1224/2009, por el que se establece un régimen comunitario de control. Destacando la importancia de la trazabilidad, es imprescindible citar sus pilares básicos: Todos los lotes de productos de la pesca y la acuicultura deben ser trazables en todas las fases de las cadenas de producción, transformación y distribución, desde la captura o la cosecha hasta la fase de comercio al por menor.

Además de los controles oficiales y públicos con los que cuentan, sellos como Crianza de Nuestros Mares, ayudan a certificar su seguridad y su calidad para el consumidor.

Para conocer de cerca la Acuicultura en España y un ejemplo de buen funcionamiento de ella, Revista Alimentaria se adentra en las profundidades de las granjas marinas del sello Crianza de Nuestros Mares y se reune con el presidente de APROMAR, Javier Ojeda, para poder entender en qué consiste este modelo de producción, sus beneficios y su compromiso social y medioambiental.

El sello Crianza de nuestros Mares es un sello de origen que permite garantizar la calidad. Un exclusivo distintivo que únicamente pueden llevar peces criados por empresas españolas en las aguas de mar abierto de nuestras costas y que, además, cumplan un exigente Reglamento de uso. Actualmente se puede encontrar en corvinas, lubinas y doradas, cuya su producción cuenta con los mayores estándares de calidad durante todo el proceso productivo, que va desde el nacimiento de los pescados hasta su llegada a los puntos de venta.

Este sello se puede identificar en los puntos de venta físicos en forma de marchamo acompañando a estas tres especies. En el reportaje audiovisual podrás conocer cómo es su cría, los cuidados, su calidad tanto a nivel nutricional como gastronómico, y la seguridad alimentaria con la que cuentan estos pescados criados con el sello Crianza de Nuestros Mares.

Cuanto más fresco sea el pescado, más se mantienen todas sus propiedades nutricionales y organolepticas, por ello, "un pescado que venga de costas lejanas no puede ser tan fresco como el nuestro", como citan desde el sello Crianza de Nuestros Mares.

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