El 30% de las 30 mil toneladas de salsas de tomate que la fábrica de Nestlé en Miajadas (Cáceres) produce anualmente se exporta a 26 países de los cinco continentes. Los principales destinos son Reino Unido, Corea, Australia, Polonia y China. En el caso de Asia, su destino es sobre todo el sector de la restauración: restaurantes, comedores, residencias…, mientras que para los países de Europa u Oriente Medio, llega directamente a los hogares de los consumidores.

La producción local y la sostenibilidad son dos de las claves de esta expansión. Tal y como explica el director del centro de Miajadas, César Celemín, "nuestro tomate se cultiva en las Vegas del Guadiana y proviene de campos que están a un máximo de 50 kilómetros de nuestra fábrica. Esto nos permite tener una trazabilidad completa del producto: desde el agricultor, pasando por nuestro proveedor y hasta que llega al consumidor con nuestras salsas. Esta es la garantía que, por ejemplo, nos hace tener más peso en Asia”.

Todas las variedades de salsa de tomate Solís se elaboran con tomates cultivados en los campos de las Vegas del Guadiana (Extremadura). Desde el año 2013 la fábrica ha optado por la producción integrada de tomate que asegura una agricultura sostenible a largo plazo y permite elaborar un producto equilibrado, de sabor natural y sin conservantes, alineado con la protección del medio ambiente y con el desarrollo de un tejido agrícola local. Para ello, en colaboración con el proveedor, se trabaja con los agricultores de la zona que aplican técnicas respetuosas con el medio ambiente minimizando el riesgo, controlando las plagas y utilizando abonos de manera adecuada.

Otro elemento clave para la internacionalización es su capacidad para diversificar la oferta. Actualmente se producen hasta 26 variedades de salsa de tomate, con diferentes ingredientes en función de lo que más demandan los países de destino: desde una salsa de tomate con cúrcuma y menta a gusto de los franceses, a una especiada como la prefieren en Reino Unido o China. Para lograrlo, sus instalaciones han obtenido las certificaciones que se requieren para elaborar cada uno de estos productos, como la certificación para elaborar productos Halal, Kosher, Producción Integrada de tomate y Certificación de Producción Ecológica.

Además de los distintos sabores, destacan los múltiples formatos en los que se presentan. De media, se pueden encontrar hasta 70 formatos de producto: tarros de vidrio, brik, latas, bolsas… y de pesos diferentes. De ahí que el centro de producción cuente con un equipamiento específico para cada tipo de formato capaz de preparar hasta 400 tarros por minuto.

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