Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), perteneciente a la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, han desarrollado una técnica que utiliza ultrasonidos para extraer estilbenos de la madera de la poda de vid. Estos compuestos, localizados en este subproducto de la industria vitivinícola, poseen propiedades antimicrobianas y antioxidantes que se encuentran en concentraciones de hasta casi mil veces más, dependiendo de la variedad y condiciones del cultivo.

Hoy en día, los agricultores utilizan la madera de poda de las vides como aporte orgánico para el terreno o lo destruyen mediante la quema, a pesar de que se trata de un material que se obtiene en grandes cantidades. La autora del estudio, Zulema Piñeiro, del Centro IFAPA Rancho de la Merced de Jerez de la Frontera (Cádiz), comenta que "por ejemplo, en Jerez, en la variedad de uva Palomino, supone entre 2.000 y 3.500 kilos por hectárea en época de poda".

Para explotar fórmulas de aprovechamiento más sostenibles con el medio ambiente, este grupo de científicos ha ideado un método que utiliza este residuo con altas concentraciones de estilbenos, una familia de polifenoles naturales presentes en muchas familias de plantas. "Son fitoalexinas, compuestos que se acumulan en concentración variable en algunas planas, en respuesta a situaciones de estrés, como el ataque de plagas o una irradiación ultravioleta alta. Los estilbenos no afectan a nivel sensorial a la uva, pero influyen en la regulación de la planta frente al estrés. Uno de los más conocidos es el resveratrol, incluido ya en complementos dietéticos y productos cosméticos", según indica Zulema Piñeiro.

El artículo, titulado "Ultradound-Assisted Extraction of Stilbenes from Grape Canes" y publicado en la revista Molecules, describe el método que comienza con el pre-tratamiento de la muestra mediante la liofilización, es decir, se deshidrata somentiéndola a una rápida congelación y eliminando el agua mediante la aplicación de vació. El resultado final es un polvo que se extrae con un disolvente (agua-etanol) en un baño de agua a 75 grados, temperatura en la que los estilbenos no se degradan, a pesar de ser muy sensibles a la luz y la temperatura.

El estudio, calificado de excelencia por la consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía y financiado por el IFAPA y fondos FEDER, pretende proporcionar a la industria posibilidades de uso de materiales hasta ahora considerados de desecho.

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