Hasta el 98% de los aranceles para la exportación de productos industriales y agrícolas han sido suprimidos. Este ha sido quizá el punto más comentado del Acuerdo Económico y Comercial Global entre Canadá y la Unión Europea, más conocido como CETA, pero no el único. Ahora, cuando se cumplen doce meses de su entrada en vigor, se hace balance de los primeros resultados.

Desde el 21 de septiembre de 2017, el CETA ha dado nuevas oportunidades a las empresas de la UE, especialmente a las pymes, gracias a la simplificación de los trámites burocráticos y a la reducción de costes de los procedimientos aduaneros. Por ejemplo, gracias al CETA, las empresas evitan ahora la duplicación de requisitos de ensayo de los productos, entre otros.

Este acuerdo transoceánico ha creado también nuevas oportunidades para los agricultores y productores de una gran variedad de productos alimenticios europeos, como el queso, el vino, las frutas y hortalizas, las bebidas alcohólicas o los productos transformados. Además, el CETA protege por primera vez en el mercado norteamericano casi 150 indicaciones geográficas de la UE comercializadas en Canadá, como el queso Manchego o el jamón de Teruel.

Federación Española de Industrias de la Alimentación y (FIAB)

Es uno de los sectores que se ha visto más beneficiados por el acuerdo. Las exportaciones de empresas españolas a Canadá aumentaron un 18% en 2017 y un 8,35% en el primer semestre de 2018. Esto supone que el crecimiento de las exportaciones del sector al país norteamericano desde la entrada en vigor del CETA es tan alto como el crecimiento del sector durante toda la década anterior.

Del total de las exportaciones del sector, unos 250 millones de euros, el vino representa más de 40%, seguido de las aceitunas de mesa y el aceite de oliva (casi el 20%), las hortalizas, los dulces, la carne de porcino y los zumos.

Federación Española del Vino (FEV)

Producto básico de las exportaciones españolas, el sector vitivinícola ha aumentado todavía más sus exportaciones este año. Mientras que las importaciones canadienses de vino en el primer semestre de 2018 se han mantenido prácticamente estables en volumen con respecto al año anterior, las exportaciones de vinos españoles han crecido considerablemente: el 17,4% en volumen y el 11% en valor. Los vinos espumosos son los más demandados.

España se ha consolidado como el quinto proveedor de vinos extranjeros a Canadá, solo por detrás de Francia, Italia, Estados Unidos y Australia. Produce un volumen anual de más de 37 millones de litros de vino por un valor de más de 100 millones de euros.

Cabe destacar el caso de la bodega valenciana Aranleón, una bodega de las indicaciones geográficas de Valencia y Utiel-Requena, que exporta una cuarta parte de sus productos a Canadá. En 2015, Aranleón fue el mayor vendedor de vino ecológico de la provincia de Quebec, con un total de 100.000 botellas vendidas.

La actividad exportadora de esta bodega ha potenciado el empleo local y la preservación de una actividad económica enraizada en la región y respetuosa con el medioambiente, y ha permitido aumentar la zona de cultivo vitícola. Además, estas exportaciones han permitido la que las indicaciones geográficas Utiel-Requena y Valencia se convirtiesen en destinos de turismo enológico.

Las ventajas derivadas de los acuerdos comerciales de la UE han permitido a las bodegas españolas obtener una ventaja competitiva en los mercados internacionales. Estos acuerdos también han reducido las barreras de entrada en los países en los que el Estado ejerce un mayor control sobre las bebidas alcohólicas, como Canadá o Suiza.

Sector hortofructícola español (FEPEX)

El CETA ha tenido un fuerte impacto en el sector hortofructícola español durante el primer año de su aplicación, con unos volúmenes de exportación que han crecido casi un 90% en los primeros seis meses de 2018. Las ventas han llegado a superar los 40 millones de euros y para finales de año se podrían alcanzar los 100 millones, casi el doble de los 57 del año pasado.

En volumen, los productos más exportados fueron los cítricos, el repollo, el ajo, la cebolla y el pimiento. Los mayores aumentos se registraron en frutas y frutos secos congelados (diez veces más); uvas frescas y pasas (seis veces más); dátiles, higos, piñas, aguacates, guayabas, mangos y mangostanes (+179%); melones (+147%), y cítricos (+113%).

Además de las ventajas citadas, el CETA recoge también la intensificación de la cooperación en materia legislativa entre la UE y Canadá y el reconocimiento mutuo de las normas industriales. Además, permite por primera vez el acceso de las empresas de la UE al amplio mercado de contratación pública canadiense y simplifica la circulación de los trabajadores y el reconocimiento de sus títulos académicos.

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