No se trata de una práctica exclusiva; las llamadas “restricciones de oferta territorial” están muy difundidas y suponen una fragmentación evidente del mercado único de la UE. Aunque pueden tomar muchas formas, son esencialmente prácticas ilegítimas impuestas por grandes proveedores que no están justificadas por diferencias en los estándares nacionales o por las preferencias de los consumidores.

Estas prácticas abusivas pueden consistir en que los fabricantes se nieguen a suministrar, limiten las cantidades que pueden comprar o amenacen con detener los suministros por completo. Se puede tratar también de que los proveedores diferencien los rangos de productos entre los Estados miembros sin razón alguna, excepto para cumplir con su propia elección. Se encuentran también diferencias sustanciales en el precio y otras condiciones de venta, así como limitaciones de las opciones de idioma para obstaculizar las compras transfronterizas.

Estas prácticas significan que los minoristas y mayoristas no pueden abastecerse centralmente y distribuir productos a través de sus redes de un país de la UE a otro o venderlos online. Muchas veces, los minoristas no pueden acceder a la gama completa ofrecida por el proveedor, mientras que cada vez más fabricantes venden su gama completa a los consumidores a través de Internet.

El caso de AB InBev

La Comisión Europea ha condenado a la cervecera AB InBev a pagar una multa de más de 200 millones de euros por violar las normas antimonopolio de la UE.

AB InBev, la mayor empresa de cerveza del mundo, ha abusado de su posición dominante en el mercado de cerveza belga al obstaculizar las importaciones más baratas de su cerveza Jupiler desde los Países Bajos.

Jupiler es la marca de cerveza más popular en Bélgica, que representa aproximadamente el 40% del mercado total de cerveza belga en términos de volumen de ventas. AB InBev también vende esta cerveza en otros Estados miembros de la UE, incluidos Francia y los Países Bajos. En este último país, la Jupiler es vendida a los minoristas y mayoristas a precios más bajos debido al aumento de la competencia.

Decisión de la Comisión Europea

En junio de 2016, la Comisión abrió una investigación antimonopolio para evaluar si AB InBev abusó de su posición dominante en el mercado de la cerveza belga al obstaculizar las importaciones de su cerveza de países vecinos. En noviembre de 2017, el Ejecutivo emitió un Pliego de Cargos.

La reciente decisión concluye que AB InBev es dominante en el mercado de cerveza belga por su constante participación en el mercado, su capacidad para aumentar los precios independientemente de otros fabricantes de cerveza, la existencia de barreras a la importación y expansión de otros productos, y el limitado poder de compra de los minoristas dada la naturaleza de algunas marcas de cerveza vendidas por AB InBev.

La Comisión ha reconocido estas prácticas como un problema real y una barrera para el funcionamiento adecuado del Mercado Único. En su comunicación El sector minorista europeo se ajusta al siglo XXI, el Ejecutivo comunitario reconoce que actuando así se crean problemas para abordar las inquietudes en algunos países sobre los llamados “productos de doble calidad”, incluidos recientemente en la revisión de la Directiva sobre Prácticas Comerciales Desleales.

Sobre la resolución de la Comisión para investigar las acciones de AB InBev de obstaculizar las ventas transfronterizas de cerveza, Christian Verschueren, Director General de EuroCommerce, ha dicho que “es un resultado muy positivo sobre un tema que hemos considerado un problema durante muchos años. Los fabricantes han estado utilizando varias prácticas diferentes para fragmentar el Mercado Único, algunas claramente ilegítimas y en detrimento de los consumidores, al restringir las opciones y mantener los precios artificialmente altos”.

Verschueren ha añadido que esperan que esta acción “establezca un mensaje claro para los fabricantes de otros productos y en otros sectores de que esta larga fragmentación del Mercado Único tendrá que terminar”. El Director General de EuroCommerce ha concluido diciendo que trabajarán con la Comisión para “ayudar a garantizar que la competencia y las normas del mercado único se apliquen estrictamente para poner fin a estas prácticas ilegítimas y abusivas”.

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