^{Miguel Ángel Navarro}

^{Veterinario y Asesor Técnico de Laboratorios Ovejero}

Las bacterias multirresistentes causan al año alrededor de 3.000 muertes en nuestro país según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) va más allá y apunta a que son más de 35.000 las muertes a causa de bacterias inmunes a varios tratamientos antibióticos.

Otros organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Sanidad Animal (OIE) también han alertado de este problema. La primera de ellas, por ejemplo, apunta que “día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes. Un creciente número de infecciones, como la neumonía, la tuberculosis, la septicemia, la gonorrea o las enfermedades de transmisión alimentaria, son cada vez más difíciles —y a veces imposibles— de tratar, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia”. Se estima que en 2050 la resistencia a los antibióticos será la primera causa de muerte a nivel mundial por delante de enfermedades como el cáncer.

En este contexto, se hace necesario buscar alternativas de tratamiento y abordaje de las enfermedades infecciosas que persigan contribuir a un uso prudente de los antibióticos. Estas soluciones, además, deben aplicarse tanto a la salud de las personas como a la salud animal, ya que es imposible entender la una sin la otra. Se ha demostrado que más del 60% de los patógenos humanos son de origen animal.

Para preservar la eficacia de los antibióticos, la OIE afirma que, entre otras cosas, son imprescindibles legislaciones nacionales sólidas. En este sentido, el pasado abril se aprobó un Real Decreto por el que se establece la transmisión electrónica de las prescripciones de antibióticos destinados a animales productores de alimentos de consumo humano. De esta manera, el Ministerio de Agricultura pretende establecer un mayor control en la prescripción de antibióticos en ganadería.

Estas iniciativas son necesarias, pero también es imprescindible un cambio de actitud y en las estrategias de abordaje de las enfermedades infecciosas. Gracias a la actividad investigadora, la inmunoterapia se está perfilando como una nueva forma de dar las herramientas al propio cuerpo para que combata las enfermedades. Conscientes de ello, Laboratorios Ovejero lleva años trabajando en esta área hasta consolidarse como líder en inmunoterapia animal.

En el caso de la industria ganadera, esta nueva generación de fármacos resulta especialmente interesante si tenemos en cuenta que optimiza el sistema inmune de los animales sin dejar residuos medicamentosos en el producto final que consumen las personas, a diferencia de lo que sucede con los antibióticos.

Es decir, que gracias a estos tratamientos no sólo hacemos frente a las enfermedades, sino que, además, nos permite hacer llegar al consumidor alimentos más sanos y seguros, cubriendo así las...

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Publicado en el Especial Mundo Animal de Revista Alimentaria 495

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