Productos congelados y ultracongelados: ¿cuáles son mejores?

Plataforma del Congelado

7 de octubre, 2020


En los últimos meses, el congelado no solo se ha afianzado como un gran aliado en la cocina, sino que ha experimentado un notable crecimiento.

Además, la categoría de congelados registra un crecimiento remarcable del +10,8% (por encima del crecimiento de Total Alimentación, que es del 7,5%). La categoría del congelado se ha convertido en el producto ganador para el consumidor español ya que está alineado con su comportamiento, hábitos y necesidades. Ahora más que nunca y, especialmente a raíz de la crisis sanitaria, el consumidor busca los 5 atributos que los productos congelados ofrecen: seguridad, salud, sostenibilidad, conveniencia y calidad.

Esta tendencia en alza del consumo de alimentos congelados se debe a que los españoles encuentran en los congelados una solución para seguir una dieta equilibrada durante todo el año, ya que no hace falta esperar a la temporada del producto para consumirlo o como solución a la falta de tiempo para elaborar recetas fáciles, rápidas y sanas.

 

Pero, ¿qué diferencias hay entre el proceso de congelar los productos frescos en casa y comprarlos ya precongelados? Desde la Plataforma del congelado, Belén Lerma, su portavoz, nos da respuesta.

En cuanto a la diferencia entre la congelación casera y el congelado industrial, nos explica que "la ultracongelación es un proceso industrial en el que se congela un producto a alta velocidad a una temperatura de -40ºC (mínimo) en poco tiempo (120 minutos como máximo) para que no se produzcan cristales de hielo y se mantenga su valor nutricional sin necesidad de añadir ningún tipo de conservante. Luego, el producto se estabiliza hasta los -18/20ºC en los que se mantiene tanto en la tienda como en casa del consumidor. En cambio, la congelación casera se realiza directamente a -18/20ºC".

"Por tanto, las principales diferencias entre la congelación casera y la congelación industrial son la temperatura y el tiempo al que se realizan y en consecuencia la creación de cristales de hielo", explica Lerma.

 

Beneficios de los ultracongelados:

1) Se realiza con mayor inmediatez, por lo que la frescura del producto es mayor: del campo, mar, obrador directo a tu consumo; y al no necesitar conservantes se trata de la conservación más natural.

2) Se congela más rápido, por lo que no se producen cristales de hielo y se mantiene el valor nutricional del alimento, así como su textura, humedad...

3) Es garantía de seguridad alimentaria, ya que detienen la degradación de los alimentos y evita la proliferación de patógenos a la vez que preserva el valor nutricional de los alimentos.

 

 

#EtiquetadoClaro: Qué información se indica en los productos congelados

Aunque depende del producto y su envasado, incluir esta información siempre es obligatorio por ley. "Pero, ojo, hay algunos que son obligatorios en determinadas situaciones y hay excepciones previstas en la normativa. Como la categoría de congelados es muy diversa, la situación puede variar según el tipo de producto", añade Belén. Estos son los valores que por norma general deben aparecer:

 

  • Denominación del alimento (legal o habitual-descriptiva... no una marca comercial o denominación comercial);
  • Lista de ingredientes. Si el producto tiene un solo ingrediente y el propio nombre del producto ya indica que es, no es necesario.
    • Ingredientes que causen alergias o intolerancias: resaltando con tipografía distinta en la lista de ingredientes
    • Cantidad de determinados ingredientes: si la denominación del producto, o las imágenes que contenga el packaging, se destaca algún ingrediente concreto, se debería indicar el % en la lista de ingredientes. Por ejemplo, en una empanadillas de atún tendríamos que indicar el % de atún.
  • Cantidad neta: si el producto está glaseado, la cantidad neta es el peso ya escurrido.
  • Fecha de duración mínima.
  • Fecha de congelación: es necesaria en carne congelada, preparados cárnicos congelados y productos de la pesca no transformados congelados. 
  • Condiciones especiales de conservación y/o las condiciones de utilización.
  • Nombre o la razón social y la dirección del operador de la empresa.
  • País de origen o lugar de procedencia cuando esté previsto (carnes, pescados no transformados...).
  • Modo de empleo.
  • Información nutricional: si es un producto elaborado. Quedan fuera carnes, pescados y verduras frescos/crudos congelados (siempre que no lleven ningún tipo de ingrediente adicional, aditivo, sal, etc.).

 

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