Patricia Abad.
Directora de Calidad de Eurofrits
En Eurofrits llevamos más de 25 años dedicados al mundo de la alimentación, elaborando productos precocinados y cárnicos ultracongelados. A lo largo de este tiempo, la empresa ha evolucionado al ritmo que marcan los gustos del consumidor, las tendencias alimentarias, las exigencias de seguridad alimentaria y los constantes cambios legislativos. Hoy, nuestros productos están presentes no solo en el mercado español, sino también en más de 20 países, lo que nos impulsa a mantener los más altos estándares de seguridad alimentaria para responder a las necesidades de consumidores de distintos orígenes y culturas.
Como directora de Calidad, cuando pienso en el papel que desempeñan estos valores en Eurofrits, la primera palabra que me viene a la mente es confianza. Todos, como consumidores, esperamos que los productos que elegimos cumplan nuestras expectativas sensoriales y nos inviten a repetir la experiencia. Sin embargo, rara vez pensamos conscientemente en la seguridad alimentaria, pese a que es el cimiento invisible sobre el que se sostiene todo nuestro trabajo. Sin ella, nuestra labor no tendría sentido.
Esto es el resultado del esfuerzo constante de toda la organización, basado en la evaluación y anticipación de riesgos, la mejora continua y la capacidad de adaptación de nuestros sistemas productivos a los retos del sector. Desde el departamento de Calidad implantamos métodos de control rigurosos, gestionamos y analizamos posibles riesgos, y trabajamos para adelantarnos a ellos, dotando al resto de equipos de herramientas que nos permitan reaccionar de forma ágil y eficaz. De este modo, velamos por que cada producto cumpla con los más altos estándares de seguridad alimentaria y calidad.
En Eurofrits realizamos un amplio abanico de controles tanto microbiológicos como físicos y sensoriales en toda la cadena de proceso, desde la recepción de materias primas hasta la salida del producto final. Nuestra gama de productos es amplia y diversa: elaboramos especialidades basadas en queso, pollo, diversas carnes, pescados, vegetales y diferentes combinaciones de ingredientes y especias. Esta variedad requiere un control microbiológico especialmente riguroso, ya que cada tipo de materia prima presenta características y riesgos específicos que deben gestionarse con precisión para garantizar la máxima seguridad alimentaria.
Disponemos de varios laboratorios de control donde verificamos las características físicas y sensoriales de nuestros productos, así como los parámetros que garantizan el cumplimiento de los estándares establecidos. Además, nuestro laboratorio de microbiología nos permite realizar un seguimiento y monitorización continuos a lo largo de todas las etapas de producción, analizando materias primas, productos finales, superficies y los procesos de vida útil de cada producto. Esta estructura integral de control nos proporciona flexibilidad para supervisar los indicadores clave y adaptarnos diariamente a las exigencias legales y de nuestros clientes, tanto en España y Europa como en países fuera de la Unión Europea.
En el fondo, todo lo que hacemos en el sector alimentario gira en torno a un mismo objetivo: que el consumidor confíe plenamente en que los productos que llegan a su mesa son seguros, legales y de la mejor calidad posible. Esa confianza no se gana en un día, sino que se construye con coherencia, rigor y compromiso, día tras día.
Por eso, en Eurofrits contamos desde hace muchos años con reconocimientos y certificaciones de seguridad alimentaria y calidad ampliamente reconocidos, como BRC e IFS, alcanzando siempre los niveles más altos de estas normas. Hace cinco años decidimos dar un paso más y someternos voluntariamente a la modalidad no anunciada de estas auditorías. Fue una decisión valiente, pero natural para nosotros, porque refleja exactamente cómo entendemos la seguridad alimentaria y la calidad. No queremos prepararnos para una auditoría concreta, sino que buscamos una forma de trabajo en la cual cualquier día y sin previo aviso, quien entre por la puerta pueda comprobar que trabajamos con rigor, transparencia y constancia. Este cambio de mentalidad ha reforzado la cultura de seguridad alimentaria y calidad en todos los equipos y ha demostrado nuestro compromiso real con clientes y consumidores.
La seguridad alimentaria y la calidad no se logran desde un departamento aislado. En Eurofrits entendemos que los resultados son fruto del trabajo compartido por toda la organización. Por ello, una labor fundamental en la dirección de Calidad, es aunar conocimientos, trasladar la información al resto de equipos y trabajar en coordinación constante con producción, mantenimiento, compras, planificación, logística e I+D. Esta colaboración asegura que tanto la implantación de procedimientos como la actuación frente a cualquier desviación sean ágiles y efectivas, garantizando el éxito de cada decisión tomada.
Nada de esto sería posible sin un equipo humano comprometido y formado, verdadero motor de cambio dentro de la empresa. En Eurofrits creemos firmemente en el valor del capital humano: son las personas quienes hacen posible que la seguridad alimentaria y la calidad dejen de ser un objetivo y se conviertan en una realidad cotidiana.
Un factor clave ha sido siempre la implicación de la dirección general, que apuesta decididamente por la seguridad alimentaria y la calidad de los productos que ponemos en el mercado. Esta visión se ha convertido en un eje estratégico dentro de los planes de la compañía, permitiendo evolucionar hacia sistemas de control más exigentes e impulsando inversiones constantes. Sin esa apuesta firme, los pilares sobre los que se sustenta nuestra actividad se tambalearían.
No podemos olvidar que la visión de Eurofrits es satisfacer las necesidades y expectativas de nuestros clientes, acompañando los momentos de disfrute que supone compartir nuestros productos en torno a una mesa, con la tranquilidad de estar consumiendo alimentos seguros y de máxima calidad.
Creo firmemente que la labor de la dirección de Calidad consiste en garantizar que esa filosofía esté presente en cada decisión, en cada mejora y en cada producto que sale de nuestras instalaciones. No se trata solo de cumplir la legislación o mantener una certificación: se trata de hacer las cosas bien, siempre en coordinación con el resto de departamentos.
Una de las cosas que más valoro de mi trabajo es precisamente esa colaboración interdepartamental. Cada persona en Eurofrits desempeña un papel clave, y cuando todos comprendemos que la seguridad alimentaria es una responsabilidad compartida, los resultados se notan. Entonces, la seguridad alimentaria y la calidad dejan de ser un procedimiento: se convierten en una cultura.