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El consumidor actual no distingue entre canales. Se informa online, compara precios, consulta horarios o promociones desde su móvil…, pero la mayoría sigue queriendo tocar, elegir y comprar los productos en la tienda física. Este comportamiento híbrido se ha convertido en la norma, no en la excepción, y obliga a los supermercados a replantear su estrategia comercial más allá del punto de venta.
En los últimos años, hemos asistido a una transformación profunda del proceso de compra. Hoy, la decisión de compra empieza mucho antes de la visita al punto de venta: desde el sofá, en el transporte público o incluso desde el propio aparcamiento del supermercado. Según el estudio The State of Shopping 2025 de Shopfully, líder europeo en soluciones Drive to Store, el 90 % de los consumidores españoles buscan información en línea antes de acudir a una tienda física. Y el móvil, siempre a mano, se ha convertido en su principal asistente de compra.
En este contexto, la omnicanalidad ya no es una opción, sino un imperativo estratégico. Y aunque los grandes picos de consumo como la Navidad o el verano intensifican esta lógica, lo cierto es que el consumidor omnicanal está activo todo el año. Los supermercados que comprenden esta dinámica y la integran en su operativa están marcando la diferencia.
"Durante todo el año observamos patrones de comportamiento muy específicos que van más allá de las tendencias estacionales", explica Damián Blanco, Country Manager Iberia en Shopfully. "Los consumidores realizan búsquedas muy concretas -desde 'ofertas carne fresca' hasta 'horarios supermercado cerca'- que reflejan una clara intención de compra. Los retailers que logran interceptar estas búsquedas con propuestas relevantes y geolocalizadas están experimentando incrementos significativos en su tráfico físico".
PROXIMIDAD Y CONVENIENCIA: LOS PILARES DEL ÉXITO OMNICANAL
Según un estudio realizado por Shopfully en colaboración con YouGov, la proximidad al domicilio es el principal criterio de elección para el 82 % de los compradores españoles, seguida del precio y las promociones. Pero esa cercanía ya no es solo física: también debe ser digital. Estar “presente” en el entorno digital del consumidor implica mostrar las promociones activas en su zona, comunicar la disponibilidad en tiempo real, destacar productos de temporada o personalizar recomendaciones en función del contexto.
“La omnicanalidad no va solo de tecnología. Es una nueva forma de relacionarse con el cliente, acompañándolo desde que empieza a planificar hasta que finaliza su compra, y aportándole valor en cada fase del proceso. Desde Shopfully colaboramos con cadenas de supermercados en toda Europa para activar estas conexiones digitales con resultados tangibles: más visitas en tienda, más conversión y mayor fidelización.”, explica Damián.
En este nuevo entorno, cada búsqueda es una oportunidad. Herramientas como los catálogos digitales interactivos, las campañas geolocalizadas en apps, los anuncios promocionales en mapas, las notificaciones en los móviles o los contenidos personalizados en redes sociales permiten a los supermercados estar en el lugar adecuado, en el momento justo y con el mensaje correcto.
La clave está en conectar al consumidor con su tienda más cercana de forma contextual, teniendo en cuenta su ubicación, sus hábitos y la hora del día. Esta activación digital se convierte así en un generador real de visitas a tienda.
“Pero más allá de la visibilidad, el verdadero valor está en la medición”, añade Damián. “Hoy es posible saber cuántas visitas a tienda se han generado gracias a una campaña digital, qué perfiles han respondido mejor o qué promociones han resultado más efectivas”.
EL FUTURO: PERSONALIZACIÓN, DATOS INTELIGENTES Y CONEXIÓN ÚTIL
Gracias al desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial, la segmentación avanzada y el análisis de datos agregados, los supermercados están en condiciones de construir relaciones más directas, útiles y eficaces con sus clientes. Esta ventaja no solo se traduce en más ventas a corto plazo, sino también en fidelización a medio y largo plazo.
Las soluciones que integran todos los canales, desde la navegación online hasta la activación en tienda, están permitiendo a los retailers convertir la intención de compra digital en visitas físicas medibles, repetiblesy escalables. Y lo hacen respetando el ritmo y las preferencias del consumidor, que exige hoy inmediatez, relevancia y conveniencia.
“La tecnología no sustituye la intuición comercial, la amplifica”, concluye Damián Blanco. “Las mejores herramientas no son las más complejas, sino las que realmente entienden al consumidor y lo acompañan en su día a día”.
En definitiva, el reto ya no es estar presente, sino ser relevante. Y el supermercado que quiera seguir siendo la opción elegida deberá aprender a hablar el mismo idioma que sus clientes: omnicanal, móvil y centrado en lo esencial.