La intolerancia al gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada, el centeno y la avena, afecta a un 1% de la población, según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España. Casi 500.000 españoles tienen intolerancia a este compuesto y de ellos, al menos un 75% está todavía sin diagnosticar.

Muchas empresas  del sector alimentario han adaptado su oferta a los distintos colectivos a través de productos dirigidos al consumidor final y a nuevas prestaciones en restauración, que mejoren la calidad de vida de muchos celíacos. En este sentido, Krissia está desarrollando nuevas recetas que fomenten la diversidad en la dieta de los celiacos, concentrando su esfuerzo en localizar nuevas combinaciones de ingredientes, sabores y texturas.

Por otro lado, el etiquetado de los productos en la actualidad se regula a través del Reglamento UE nº 1169/2011, por el cual se debe facilitar al consumidor toda la información alimentaria sobre los alérgenos: composición, fabricación y manipulación de los alimentos. Con el propósito de detectar más rápidamente los alimentos que contienen gluten, se estableció el Reglamento UE 828/2014 relativo a los requisitos para la transmisión de información a los consumidores sobre su presencia o ausencia. 

Aún así se encuentran problemas para identificar productos aptos para celiacos. Krissia, con el objetivo de mejorar los etiquetados, ha resumido la normativa. De esta forma, los alimentos que contengan gluten deberán especificarlo en el etiquetado además, si su contenido es menor de 100mg/kg se categorizan como "alimentos con muy bajo contenido en gluten". Además la categoría "sin gluten" debe contener una concentración inferior a 20 mg/kg.

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