El pasado 21 de septiembre entró en vigor la aplicación provisional del Acuerdo Económico y Comercial Global (AECG) entre la UE y Canadá, un acuerdo cuya aplicación no será definitiva hasta que todos los Estados miembros de la Unión Europea hayan ratificado el Acuerdo. La Comisión colaborará con los Estados miembros de la UE y Canadá para garantizar que su aplicación sea adecuada y eficaz.

Con la aplicación del AECG, la UE y Canadá se comprometen a garantizar que el crecimiento económico, las cuestionares sociales y la protección del medio ambiente vayan de la mano. Además, su aplicación beneficiará a las empresas europeas al eliminar el 99% de los derechos (impuestos) que deben pagar en las aduanas canadienses. Esta misma solución se aplicará a las empresas canadienses que exportan a la UE.

Asimismo, la mayoría de los derechos de aduana se eliminará en cuanto el AECG entre en vigor. Al cabo de siete años desaparecerán todos los derechos aduaneros sobre productos industriales. Estos son algunos de los beneficios que traerá consigo el Acuerdo.

Desde la embajada de Canadá en España detallan que "el acuerdo promueve unas normas exigentes para la seguridad alimentaria y el medio ambiente, tanto en la UE como en Canadá; que sigue permitiendo que ambas partes tomen las medidas que consideren necesarias para proteger la seguridad alimentaria; y que mejora le diálogo y la cooperación con respecto a cuestiones claves de carácter científico, regulatorio y de comercio agroalimentario"

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