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Christoph Waltert
Commercial Planning Director en SanLucar
Algunos hablan de moda pasajera, otros de tendencia que llega para quedarse, pero lo cierto es que corren tiempos en los que obviar la transformación digital puede afectar y mucho a nuestra actividad como empresa.
Para algunos sectores, subirse a la ola de la digitalización ha supuesto un auténtico tsunami, rompiendo incluso con los preceptos de la industria tradicional. Sin embargo, en ámbitos como el de la alimentación todavía queda un largo camino por recorrer. De lo que no cabe duda es de que se avecina un cambio, y quien no se prepare para ello se quedará fuera del mercado.
Pero ¿por dónde empezar entonces? Por acciones sencillas, pero estratégicas: avancemos primero en la estandarización de datos porque es crucial para la transformación digital y porque es la base para los siguientes pasos. Estandarizar no es otra cosa que unificar y mejorar la comunicación entre los diferentes agentes dentro de la cadena de valor.
En la era de la Agricultura 4.0, la tecnología se pone al servicio de la cosecha y nos brinda la oportunidad de manejar un lenguaje común que abarque todo el proceso: desde el campo, hasta el punto de venta. Es decir, desde que se planta la semilla, se recoge la cosecha, se transporta y almacena, hasta su presentación en el lineal del supermercado. Sin olvidarnos de la importancia de alcanzar mayores niveles de eficiencia en la comunicación con el consumidor final.
Un consumidor que está cada vez más interesado en obtener información clara y precisa sobre cada uno de los productos que adquiere. ¡Y muy especialmente en el caso de los productos de alimentación! El etiquetaje y la trazabilidad van de la mano y resultan clave para ganarnos la confianza del cliente final.
Pero además, la estandarización de datos contribuye significativamente a mejorar procedimientos, evitar errores y por consiguiente a ahorrarnos costes. Porque ya no hablamos de Alemania, ni de Germany. Ahora trabajamos con el código DE, un estándar consistente que facilita el flujo de información y evita errores de interpretación.
En definitiva se trata de ser más competitivos y para ello contamos con las propuestas del grupo internacional GS1, grupo al que pertenece SanLucar, cuyo trabajo nos sirve de guía y...
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Publicado en Revista Alimentaria 495
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